A juicio de Comisiones Obreras, "existe un grave problema de gestión del desempleo en España, ya que el propio Gobierno no confía en sus organismos de intermediación laboral ni en sus políticas de empleo y formación, que deberían ser suficientes para dar cobertura a las ofertas de trabajo de conductores y conductoras tanto de autobús como de camión".
De acuerdo con el criterio del sindicato, "el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible sigue en manos del Comité Nacional de Transporte por Carretera sin escuchar otra voz que no sea la de los intereses económicos de las grandes empresas de transporte".
En esta misma línea, la central sindical argumenta que "laconnivencia de la Administración con estas prácticas de rechazar a los desempleados del sector acentúa el deterioro y la precariedad que tanta conflictividad está generando".
En concreto, para Comisiones Obreras, "el problema no es que no existan conductores, el problema es que quieren gente necesitada a la que poder explotar. Prefieren perfiles que no protestan contra las jornadas abusivas y que acepten cobrar por kilómetro recorrido para presionar a la baja los salarios mientras cierran la puerta a mayores de 45 años".
Así mismo, el sindicato abunda en que "lo que falta no son conductores, sino buenas condiciones laborales, como la jubilación anticipada, el cumplimiento de los convenios con salarios dignos, la vigilancia de los excesos de jornada y facilitar la obtención del permiso de conducir a las personas jóvenes desempleadas".
Por todo ello, Comisiones Obreras concluye que "con prácticas como las que llevan a cabo el Gobierno y las patronales, el sector continúa deteriorándose y, en consecuencia, aumenta el rechazo a la profesión".
