Correos vive un momento en que convergen dos grandes cambios de calado que implican una modificacion radical de su actividad tradicional.
Por un lado, el modelo de negocio de los operadores postales vive tiempos convulsos, a la vista de que la actividad de correo se encuentra al borde de la desaparición.
Al mismo tiempo, el ámbito de la paquetería se encuentra en un momento efervescente, azuzado aún más, si cabe, por los efectos que está teniendo la pandemia sobre los hábitos de consumo.
De ahí que Correos, como otros grandes operadores postales públicos de todo el planeta, esté reorientando su actividad hacia la distribución urbana de mercancías, pero sin olvidar que el Servicio Postal Universal forma parte intrínseca de su esencia como entidad pública.
Así lo atestiguan sus iniciativas para incorporar servicios en áreas rurales que complementen la actividad postal.
Por otro lado, Correos también vive un acelerado proceso de transición energética, como todo el conjunto del sector logístico y de transporte.
En un escenario de fuerte transformación, la flota de Correos busca adaptarse a un entorno legislativo cada vez más exigente en materia de emisiones contaminantes, a volúmenes de envíos más numerosos y recurrentes y a las crecientes exigencias de los consumidores para que las empresas que les proporcionan bienes y servicios cuiden del medioambiente.
Ante esta situación, Correos revisa continuamente su modelo para adaptarse a los nuevos tiempos y promover una mejor calidad de vida en las ciudades a la vez que lucha contra el cambio climático.
Esta adaptación continua de la movilidad se desarrolla según cuatro ejes.
Cuatro ejes de actuación
El primero de ellos contempla la sostenibilidad. En este sentido, la empresa pública cuenta con una de las mayores flotas eléctricas del sector con cerca de 1.300 vehículos eléctricos y cinco de GNC.
Así mismo, el operador postal dispone de la mayor red de reparto cero emisiones gracias a 11.000 carteros que cada día recorren 46.000 km a pie para entregar los envíos.
De igual modo, el 100% de la electricidad es de origen renovable, tanto en los edificios, como para recargar toda la flota eléctrica destinada al reparto realmente cero emisiones en la última milla.
En segundo lugar, la empresa pública utiliza la tecnologia para dar un servicio inteligente de planificación y optimización de rutas, gracias a las herramientas que facilitan la optimización de rutas y sensorización de la flota.
Por otra parte, Correos mantiene un estrecho vínculo con la España rural, con la intención de llegar a todos los rincones del país facilitando el acceso de pequeños productores locales, así como de artesanos y emprendedores a este marketplace, merced a una red con 8.500 puntos de acceso y 2.400 oficinas.
La red rural del operador recorre a diario más de 5.600 rutas, que se complementan con más de 5.000 taquillas inteligentes Citypaq para las entregas.
Por último, el cuarto eje implica que Correos ofrece un servicio consciente del impacto social, medioambiental y económico de los servicios, por lo que trabaja para consolidar envíos y lograr la máxima eficiencia de los vehículos al llevarlos a plena carga, reduciendo las emisiones por envío.
Tres pilares
Así mismo, estos cuatro ejes de la de movilidad sostenible e inteligente que alcanzan tanto el ámbito urbano y metropolitano como el rural, descansan en tres pilares.
El primero de ellos es el del desarrollo tecnológico que se produce en tres ámbitos: transporte, con especial atención a electricidad, gas e hidrógeno, vehículo autónomo y planificación del transporte, así comooptimización y gestión de rutas, para seleccionar la tecnología más adecuada a cada tramo, atendiendo siempre a criterios de operación, coste e impacto en el medio ambiente.
El segundo lo constituyen las personas, ya que el personal de Correos es uno de sus principales activos.
Para mejorar sus capacidades, el operador integra en su estrategia cursos de conducción eficiente y participa en proyectos innovadores para avanzar en las herramientas tecnológicas para el reparto.
Por último, el grupo se apoya en otros actores para impulsar la movilidad sostenible del futuro, en un proceso que tiene en cuenta tanto a los proveedores de transporte, como el desarrollo de proyectos europeos innovadores, además de iniciativas para ofrecer productos medioambientalmente sostenibles a sus clientes.
[sumario]Correos lleva desde 2010 impulsando una electrificación progresiva de su flota de reparto”.[/sumario]
La electrificación de la flota
Dentro de este proceso de transformación y adaptación a esta nueva realidad, Correos lleva años impulsando una electrificación progresiva de su flota de reparto.
La iniciativa, iniciada el año 2010, ha llevado a que, en estos momentos, la flota eléctrica del operador postal público esté compuesta por 879 motos y 322 vehículos de cuatro ruedas.
La empresa calcula que sus motos realizan 134.500 Km al día con una media de 16 km por vehículo,mientras que su flota de cuatro ruedas realiza 222.600 Km al día entre todas sus tipologías.
En este sentido, los vehículos eléctricos se dedican a los mismos usos que los vehículos tradicionales de combustión, aunque se da prioridad al uso de vehículos eléctricos en las zonas de bajas emisiones en cada municipio donde prestan servicio.
El tiempo de uso varía dependiendo de si se emplea en unidades con un solo turno de cuatro horas de reparto, o en dos turnos de ocho horas de reparto, pero en todos los casos, la autonomía de todos los vehículos es lo suficientemente amplia como para permitir afrontar los dos turnos de reparto sin necesidad de recarga.
Para su flota electrificada, Correos se apoya en contratos de renting para unas unidades que han tenido una buena acogida en la plantilla, que valora especialmente la respuesta de los vehículos en salida y su funcionamiento silencioso que redunda en un nivel de estrés bajo.
