Ricardo Ochoa de Aspuru, director de Cadena de Suministro

Crisis para una nueva movilidad

De la noche a la mañana, con la irrupción de la pandemia, un complejo mecanismo perfectamente sincronizado, como el de las cadenas globales de suministro de componentes y de producto terminado, se paró y su recuperación se antoja que va para largo.
12/01/2022 a las 21:12 h

En la revolución que vive hoy la industria automovilística, marcada por la digitalización y la transformación energética, se ha visto agravada por una crisis sanitaria que supuso la paralización de la producción y de toda la cadena de aprovisionamiento de las plantas en todo el mundo y de la distribución de los vehículos que dejaron de fabricarse. De la noche a la mañana, un complejo mecanismo perfectamente sincronizado, se paró.

Casi dos años después, la industria en su conjunto sigue afectada por una serie de incertidumbres que no ayudan a recuperar los niveles de actividad de antes de la pandemia. Unos efectos que también han impactado a los operadores logísticos especializados, con una contracción del mercado logístico en su conjunto, durante el pasado 2020, estimada del 20%.

De todas formas la crisis sanitaria llegó en un momento en el que el mercado mundial ya estaba experimentando una caída en la demanda. Agravado por la crisis de los microchips, a todo ello hay que sumar una acelerada transición hacia un nuevo modelo energético en la automoción, el nuevo paradigma de la conducción autónoma, que está a la vuelta de la esquina, la necesaria e inevitable digitalización de toda la industria y el incremento en los precios de las materias primas y de la energía. Sin olvidar los cuellos de botella en las cadenas de suministro, que han dado forma a una tormenta perfecta a la que, de momento, no se le ve un final a corto plazo.

[sumario]Casi dos años después, la industria en su conjunto sigue afectada por una serie de incertidumbres que no ayudan a recuperar los niveles de actividad de antes de la pandemia”.[/sumario]

En este contexto, los registros indican que el mercado global de logística en el sector de la automoción seguirá por debajo de los niveles prepandemia, en un camino hacia la recuperación que se antoja aún largo, mientras los fabricantes de automóviles tratan de recuperar la producción, con cadenas de suministro en las que las disrupciones se presentan como el panorama más previsible para un 2022 que seguirá acusando las incertidumbres del mercado.

A pesar de este panorama, a veces sombrío, hay que confiar no obstante en que la industria sabrá sacar las consabidas enseñanzas de esta crisis, que reconduzcan al sector hacia lo que se vislumbra como la época de una nueva movilidad de las personas y del creciente tráfico de mercancías a nivel global, en la que esta industria sabrá jugar, nuevamente, un papel decisivo.

Y si no, al tiempo.

Etiquetado
Lo más leído