Del on-line al off-line, una apuesta por la omnicanalidad (2ª parte)

La frontera entre la tienda física y el canal on-line se difumina a medida que empresas tradicionales y procedentes del mundo digital experimentan con formatos mixtos que les permiten ganar cercanía con el cliente e impactar fuera de su ámbito de juego habitual.

20/04/2019 a las 20:07 h

Precisamente esta línea, la de utilización de las tiendas como almacenes de proximidad parece uno de los puntos fuertes de algunas de las grandes cadenas comerciales del país que de este modo quieren aprovechar su fuerte implantación sobre el terreno para no perder comba frente al auge del comercio electrónico.

De paso, además, matan dos pájaros de un tiro, ya que ofrecen servicios de entrega que aportan racionalización en un servicio tan caro y caótico como son las entregas domiciliarias y, al tiempo, optimizan la logística inversa de las devoluciones. De esta forma se canaliza a los usuarios hacia los plazos de entrega que más le interese a cada empresa o, en su defecto, a pagar por recibir su mercancía en el momento que decidan.

Si en un primer momento, Mercadona se lanzó definitivamente a la piscina (ya llena) del comercio electrónico con un modelo basado en colmenas, en la estela de la colaboración que ya tenían desde hace tiempo Dia y Amazon, a las puertas del verano ha sido el Corte Inglés, el que ha dado una vuelta de tuerca a su página web de venta de productos de alimentación, al tiempo que ha empezado a aprovechar su buena implantación territorial.

Lo cierto es que muchos actores del comercio electrónico están buscando de un tiempo a esta parte alternativas a las entregas domiciliarias que son caras y difíciles de gestionar, pese a que a tenor de las estadísticas son el medio preferido por los usuarios del e-commerce para recibir sus pedidos.

[sumario]En el comercio electrónico cada vez más voces dudan de la sostenibilidad del servicio de entregas domiciliarias tal y como existe actualmente.[/sumario]

En este mismo sentido, El Corte Inglés también ha renovado su apuesta por la integración del canal on-line a través de un relanzamiento de su supermercado en internet, que abastece desde centros de proximidad organizados en función de códigos postales y con entregas mediante ventanas horarias.

Frente a las consignas que han triunfado en países europeos como Francia y Alemania, donde gozan de gran aceptación, en España parece que el futuro del comercio electrónico se dirige hacia el empleo de puntos de conveniencia para la recogida de paquetes.

A este respecto, varias empresas han desarrollando sus propias redes de puntos de conveniencia, lo que ha contribuido a popularizar este servicio que cada vez se usa más y que poco a poco parece que está en disposición de poder aprovechar la densa red de establecimientos del canal horeca existente en España.

Si esto se hace de manera correcta podría supone un gran despegue en el uso de los puntos de conveniencia para las entregas de comercio electrónico, tal y como algunos expertos vienen vaticinando desde hace un tiempo.

En paralelo, los grandes e-tailers mundiales, como ha sucedido recientemente con El Corte Inglés y AliExpress o con Amazon en Madrid, experimentan con nuevos formatos físicos, como tiendas automatizadas o establecimientos efímeros o ‘pop-ups’ en un intento por ganar cercanía y generar nuevas experiencias de compra con vistas a impactar a los compradores fuera de su terreno de juego habitual, la red.

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