El biometano destaca como alternativa para la descarbonización del transporte

Se estima que en 2030, el 40% del consumo total del gas natural como combustible corresponderá a biometano, que alimentará a 13 millones de vehículos.

22/10/2020 a las 20:30 h

A pesar de los esfuerzos que realiza la Unión Europea para tratar de reducir las emisiones del transporte, cada año desde 2014 se viene registrado un aumento de los gases de efecto invernadero, GHG. La solución a largo plazo pasa por la movilidad eléctrica, pero su desarrollo no es suficiente y además, no garantizará por sí sola la consecución de los objetivos a tiempo.

En el momento actual, todas las alternativas sostenibles son necesariaspara contribuir a la descarbonización del sector, que es responsable del 27% de las emisiones de GHG en Europa, según la Agencia Europea de Medio Ambiente.

En este sentido, Gasnam recoge un análisis de la Asociación Europea de Biogás, EBA, según el cual el biometano ofrece actualmente el mayor potencial para la descarbonización de todo tipo de transporte. Como procede de materias primas sostenibles, lo que se emite durante el proceso de combustión es CO2 biogénico, pero no aumenta la cantidad de CO2 en la atmósfera.

Disponible y escalable

Entre sus ventajas, se encuentra también la posibilidad de un despliegue inmediato y de fabricar los motores y automóviles adecuados en la Unión Europea, así como su impacto en los vehículos ligeros o pesados, en el transporte ferroviario y en el marítimo. Se trata de un combustible renovable actualmente disponible y escalable. Su producción permite reciclar los residuos biológicos y ya se está utilizando en numerosos países europeos.

Se estima que en 2030, el 40% del consumo total del gas natural como combustible corresponderá al biometano, que alimentará a 13 millones de vehículos, lo que supondría reducir las emisiones asociadas a la movilidad en un 55%, evitando la emisión de 15 milllones de toneladas.

De hecho, de las 4.120 estaciones de servicio de GNC y GNL que están operativas en este momento en el continente, más del 25% pueden suministrar este combustible. Esto equivale al 17% del gas utilizado como combustible en el transporte, si bien en Suecia, por ejemplo, el 94% del gas utilizado para la movilidad ya es de origen renovable.

Normativas nacionales y europeas

En el caso de España, ya ha reconocido los efectos del biometano en el Proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética. En él, se explica que el Gobierno fomentará, mediante la aprobación de planes específicos, la penetración de los gases renovables, incluyendo el biogás, el biometano, el hidrógeno y otros combustibles en cuya fabricación se hayan utilizado exclusivamente materias primas y energía de origen renovable, o que permitan la reutilización de residuos orgánicos o subproductos de origen animal o vegetal.

[sumario]“Es importante fijar una serie de objetivos para la implantación del biometano en el transporte en la próxima década”.[/sumario]

La Asociación Europea de Biogás recomienda que el biometano sea reconocido en la Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente y exige que se garantice su desarrollo, junto al de la movilidad eléctrica, promocionando ambas opciones para conseguir un transporte ecológico. En esta línea, es importante fijar una serie de objetivos para la implantación del biometanoen el transporte a lo largo de la próxima década.

También debería promocionarse el biometano como un combustible ‘verde’en la Directiva de Infraestructuras para Combustibles Alternativos, AFID por sus siglas en inglés. Al mismo tiempo, las autoridades deben animar a los fabricantes comunitarios a producir más motores de gas que puedan utilizar estos combustibles limpios para impulsar su uso en el transporte, reduciendo así la dependencia de las importaciones de otros países.

Detractores

En el extremo contrario, se encuentra la Asociación Transport & Environment, que recientemente denunciaba que el biometano no es una alternativa libre de emisiones, al ser químicamente similar al gas fósil. “El uso del biogás no producirá una disminución significativa de emisiones de partículas ni de otros contaminantes como óxidos de nitrógeno. Por tanto, incluso si funcionan con biometano, los vehículos a gas emiten contaminantes”, aseguran desde esta entidad.

Por otro lado, consideran que no existen suficientes materias primas sostenibles en la Unión Europea para satisfacer por esta vía la demanda energética del transporte, e indican que incluso explotando todo el potencial de estas, solamente se podrían cubrir entre el 6,2% y el 9,5% de las necesidades energéticas del sector. Finalizan su argumento explicando que en la práctica sería imposible garantizar que los vehículos a gas estén funcionando realmente con biogás o con biometano, puesto que son esencialmente intercambiables.

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