Ramón Valdivia, director general de Astic

¡Qué se devoren entre ellos!

El transporte por carretera puede hacerlo mucho mejor para evidenciar las muchas y muy valiosas aportaciones que el transporte por carretera hace a la sociedad en general y al mundo económico en particular.
11/12/2019 a las 0:26 h

Se oye y se lee con frecuencia que muchos empresarios del transporte de mercancías por carretera han llegado al límite de su paciencia. Epítetos de grueso calibre (no todos pueden reproducirse aquí) se escuchan en ocasiones cuando se refieren al “sector” en el que operan: un sector, se suele decir desde dentro, “prostituido”, un sector sojuzgado y humillado por sus clientes y olvidado por las Administraciones, etc. etc.

Es lamentable que, en cierto modo, no pueden eludir que también se están refiriendo a sí mismos ya que, desde fuera, la opinión pública no llega distinguir a unos de otros, ni en éste ni en ningún otro colectivo. Es injusta, como toda generalización, pero es así. Y el “victimismo”, en mi opinión, no nos va a ayudar nada a arreglarlo.

Personalmente soy de los que creo que no está todo perdido, que podemos hacerlo mucho mejor para construir, como se dice ahora, un “relato” que sea coherente con las muchas y muy valiosas aportaciones que el transporte por carretera hace a la sociedad en general y al mundo económico en particular. Hay demasiada gente interesada en hablar mal de este sector como para que desde dentro del mismo, en lugar de combatir esa imagen, se contribuya a ella.

Como en cualquier actividad empresarial, en nuestro mundillo hay malas prácticas (incluso expertos en ellas) pero también y en abundancia, seriedad, compromiso y esfuerzo para cubrir los retos del mercado dentro de los parámetros que establecen al muchas regulaciones y normativas que nos afectan.

[sumario] La regulación no cesa de ‘enredarse’ y no hay interés en que el tamaño medio de las empresas de transporte tenga posibilidades de crecer.[/sumario]

Dicho lo cual, también hay que señalar que hay quienes están interesados en que prosperen los “modelos” basados en buscar la rentabilidad a corto plazo y su competitividad de mercado a base de burlar, lo más astutamente posible, las limitaciones legales y regulatorias. Como es bien sabido, a mayor número y complejidad de las normas, más resquicios y “coladeros” se crean para que aparezca y prospere la competencia desleal. Lo mismo ocurre cuanto más numeroso y desestructurado es el colectivo que debe ser vigilado para asegurar que cumple con las reglas.

Pues bien, en nuestro sector, se dan simultáneamente ambos escenarios: una complejísima y amplísima regulación y un colectivo que, contando sólo nuestro país, está constituido por muchas decenas de miles de actores empresariales y cientos de miles de profesionales.

Y por lo que parece, la regulación no cesa de “enredarse” y no hay interés en que el tamaño medio de las empresas de transporte tenga posibilidades de crecer. La legislación fiscal, laboral, societaria y sectorial no favorece el crecimiento de las empresas con trabajadores y medios propios.

Se está haciendo competir en el mismo mercado a ese modelo de empresa “tradicional” frente a otros sistemas que eluden los costes (tanto directos como latentes) que debe afrontar un transportista con asalariados en plantilla. Es cada vez más extraordinario que alguien que empieza como empresario autónomo opte por crecer y contratar personal hasta constituir una empresa mediana o grande.

“¡Qué se devoren entre ellos!” parece que piensan algunos y así, mientras tanto, no podrán crearse ni desarrollarse empresas de transporte por carretera con la suficiente entidad y fuste como para hacerse valer y hablar bien de sí mismas y de sus colegas, de un lado, y para saber conjugar, de otro, los requerimientos de sus clientes con el respeto estricto de la normativa vigente y de las obligaciones contractuales.

Ramón Valdivia

Director general de ASTIC

Ramón Valdivia nuevo director general de Astic (120904)

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