Manuel Yagüe, director ejecutivo, responsable de Digital Operations en Everis

Resilientes en nuestra nueva normalidad logística

¿Hay algo que podamos hacer en esta nueva normalidad, donde estamos pendientes de estadísticas que deciden si podemos operar con normalidad o tendremos que estar sometidos a restricciones de movilidad que condicionan nuestro comportamiento?.
09/02/2021 a las 21:58 h

Las cadenas de suministro están en peligro. Un tsunami en forma de pandemia ha llegado a nuestros mercados y amenaza con destrozar lo que hasta ahora se ha llamado eficiencia en la cadena de suministro.

Los paradigmas que antes servían son puestos en tela de juicio de manera constante:

-La planificación de la cadena de suministro que antes nos llevaba a resultados de mayor o menor eficiencia ve cómo hoy día los resultados son muy mejorables. La planificación de la demanda no consigue acertar en este entorno errático y los stocks se disparan para unas referencias y en otras en cambio rompemos stock y las estanterías se nos muestran vacías

-La red de distribución que antes se nos mostraba excelsa, con puntos de suministro en el Extremo Oriente y largos recorridos en barco para aprovisionar las materias primas o los productos terminados se nos han mostrado ineficaces durante los peores días de la pandemia, dando lugar a fábricas desabastecidas, lineales mal encarados y clientes cansados de esperar por sus productos

De esta manera, nos preguntamos si hay algo que podamos hacer en esta nueva normalidad donde estamos pendientes de cifras y estadísticas que deciden de un día para otro si podremos operar con normalidad o tendremos que estar sometidos a restricciones de movilidad que condicionan nuestro comportamiento. Por lo que respecta a la parte de Planificación de la Cadena de Suministro, existen hoy día dos tendencias:

-Mejoras en la planificación mediante técnicas analíticas, combinando inteligencia artificial, escucha de manera masiva en las redes sociales para intuir el comportamiento de la masa consumidora y otras técnicas avanzadas. Esta mejora en la planificación proporciona muy buenos resultados aún en entornos cambiantes, pero en un entorno tan volátil como el que “disfrutamos” hoy día sigue sin ofrecer resultados suficientemente sólidos (aunque aporta mejoras sobre los métodos tradicionales).

[sumario]Demand Driven no es mejorar el pronóstico, ni producir todo bajo pedido, ni incrementar el stock para poder siempre servir.[/sumario]

-La otra tendencia consiste en no confiar tanto en la planificación de la demanda y hacer que tu cadena de suministro tenga suficiente agilidad para ir respondiendo a la demanda real. Ahora pasamos a explicar esta tendencia.

En el año 2011, tras 15 años de investigación,  fue publicada por Carol Ptak y Chad Smith la metodología llamada Demand Driven, la cual  ha mostrado importantes beneficios tanto en la mejora de nivel de servicio como en la reducción de stocks, gestionando la volatilidad y centrándose en la gestión del flujo.

Demand Driven no es mejorar el pronóstico, ni producir todo bajo pedido, ni incrementar el stock para poder siempre servir.

Se trata de dotar a tu cadena de agilidad para trabajar con un flujo constante, basada en buffers de stock, capacidad y tiempo en puntos críticos de la cadena, de manera que en base a principios LEAN, tu cadena de suministro va ejecutando sus procesos basándose en un PULL (tirar) que realiza la demanda real sobre todas las operaciones de la cadena.

Esta técnica se está empezando a adoptar en determinadas compañías y está aportando resultados muy positivos. Por lo que respecta a las largas cadenas de suministro, las compañías están valorando dos escenarios:

-Seguir con las largas cadenas de suministro, pero siempre contando con un plan de contingencia (cosa que antes no se tenía) o bien,

-Acercar a distancias asequibles los proveedores críticos para no depender de los caprichos de la pandemia.

Estas tendencias darán lugar a una repatriación de determinadas producciones hacia Europa de manera que, aunque el precio de producción pueda ser mayor, se cuente con mayor seguridad en el suministro. Una vez analizadas la planificación de la cadena y la extensión de la misma nos cabría preguntarnos: ¿será suficiente con estos cambios?

En cualquier caso, mi respuesta siempre va a ser NO.

Desgraciada o afortunadamente, desde la logística debemos estar siempre pendientes de hacer mejora continua, adaptarnos a nuevas situaciones y responder a nuevos retos. Cambiar de piel.

¡Qué bueno que sigamos todos juntos en la brecha!

 

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