Álvaro Ruíz de Gordoa, socio de Supplychange

Un sector, diferentes realidades

El auge del e-commerce ha traido de la mano una necesaria transformación tecnológica, que por desgracia, no ha llegado a todo el sector.
22/02/2021 a las 0:29 h

"Tú todo bien ¿no? Vuestro sector va como un tiro".Quien más quien menos vive este tipo de situaciones cuando habla con conocidos que observan la Logística y el Transporte desde la barrera. Ante estas situaciones, normalmente asentimos con una sonrisa forzada y un “Sí, bueno…” que denota el no querer ahondar en un análisis mucho más complejo que la gran mayoría no quieren escuchar. Pero aquí estamos en confianza…

Desde hace unos años el crecimiento del e-commerce ha puesto al sector en un primer plano como nunca antes había vivido. Hemos pasado de trabajar en el backstage a hacerlo bajo la luz de los focos, foco que nos da el interactuar en el día a día con los consumidores finales. La crisis del Covid19 ha acentuado aún más este protagonismo, a la explosión del e-commerce, se ha unido una exitosa respuesta durante los peores momentos de la pandemia de la distribución del gran consumo o del suministro farmacéutico, por citar algunos ejemplos.

Aunque este optimismo en torno al sector esconde muy diferentes realidades, vamos a repasar algunas de ellas.

El crecimiento de volumen del e-commerce no está viniendo siempre acompañado de una mejora de la rentabilidad de las empresas de transporte. Empujadas por la exigencia de los clientes, han llevado a cabo un rápido proceso de transformación para mejorar la comunicación con el consumidor final (trazabilidad, geolocalización de los envíos, predicción de entrega…) pero no se está acometiendo con la suficiente celeridad la transformación necesaria para mejorar la eficiencia operativa en las fases anteriores de la cadena de suministro, fundamental para la mejora de la rentabilidad del negocio.

[sumario]La última milla invade nuestras calles de vehículos, despertando el interés de emprendedores, con iniciativas en las que el componente tecnológico es clave.[/sumario]

A esto debemos añadir que en este escenario aparecen nuevos competidores. Por un lado, la última milla invade nuestras calles de vehículos, despertando el interés de emprendedores, con iniciativas en las que el componente tecnológico es clave. Por otro lado, nos encontramos con la irrupción de grandes retailers que autogestionan su transporte de última milla con modelos operativos en los que la tecnología de nuevo juega un importante papel, es la herramienta fundamental para la optimización de los costes de distribución. Y lo digital domina la forma de relacionarse con proveedores y clientes.

Estas empresas nacen en este nuevo ecosistema con unas propuestas de negocio y unos desarrollos tecnológicos que les hace altamente competitivos. Por contra, las grandes empresas de transporte tienen que dar encaje a esta innovación tecnológica en unas estructuras de sistemas compleja nacida para servir a otros negocios y clientes en tiempos diferentes, a su favor tienen el músculo que les dan unas extraordinarias capacidades operativas en forma de infraestructuras, procesos robustos y experiencia.

Pero no todo es e-commerce, el B2B y la carga completa tienen un peso relativo muy importante dentro del sector, y en estos casos el gap tecnológico de estas empresas respecto a otras más expuestas al e-commerce es importante. La tecnología es clavepara mejorar las productividades, optimizar los procesos, y ayudar así a paliar los problemas de rentabilidad que acucian al sector desde hace ya mucho tiempo. Un ejemplo claro lo encontramos en la entrega a domicilio de mercancía voluminosa que tanto ha crecido a raíz de la crisis del Covid-19, un servicio B2C operado con procesos B2B y con un soporte tecnológico muy limitado que  redunda en una experiencia de cliente poco satisfactoria.

Observaremos con interés cómo se encajan en el corto plazo las piezas de este puzzle, para dar respuesta a un negocio que, todo apunta, seguirá creciendo.

 

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