Los centros de datos pueden reducir hasta en un 50% las emisiones de carbono mediante la economía circular

Estrategias como la reutilización y reciclaje de materiales, la optimización del consumo energético o las innovaciones en el ámbito de la refrigeración pueden ayudar a reducir las emisiones de los centros de datos.

06/10/2025 a las 12:10 h
Un diseño modular y flexible permite prolongar la vida útil de los equipos y adaptarlos a las demandas tecnológicas.
Un diseño modular y flexible permite prolongar la vida útil de los equipos y adaptarlos a las demandas tecnológicas. Foto: Arup

La industria de los centros de datos, responsables de cerca del 2% de las emisiones globales de carbono, vive una etapa de crecimiento sin precedentes. Sin embargo, en los últimos años, su consumo energético ha crecido entre un 20% y un 40% anual, y las previsiones apuntan a que la demanda podría duplicarse en 2026. 

Es importante, por ello, replantear tanto el diseño como la operación de unas infraestructuras que, de no transformarse, podrían convertirse en un importante lastre ambiental y económico. En esta línea, un reciente informe de Arup revela que la aplicación de estrategias de economía circular puede reducir hasta en un 50% las emisiones de carbono de los centros de datos a lo largo de su ciclo de vida.

Un diseño modular y flexible, por ejemplo, permite prolongar la vida útil de los equipos y adaptarlos a las nuevas demandas tecnológicas sin necesidad de renovaciones completas que implican un alto consumo de recursos. Por su parte, la reutilización y el reciclaje de materiales como el acero y el cobre contribuyen a maximizar el aprovechamiento de recursos y minimizar los residuos. 

La optimización del consumo energético mediante la recuperación de calor residual o la integración de energías renovables también demuestra cómo los centros de datos pueden convertirse en activos circulares capaces de devolver valor a las comunidades.

Presión regulatoria

Cabe apuntar que la Unión Europea, a través de la Directiva de Eficiencia Energética, exige a los centros de datos con una carga superior a 500 kW informar sobre su consumo energético y emisiones de carbono. A esto se suma la escasez de terrenos disponibles para nuevas construcciones y la complejidad técnica de diseñar centros cada vez más grandes y de mayor densidad.

Además, el Código de Conducta de la Unión Europea para la eficiencia energética en centros de datos proporciona directrices y mejores prácticas para mejorar la eficiencia energética y reducir el impacto ambiental de estos centros. En este contexto, la aplicación de principios circulares se plantea no solo como una respuesta a la descarbonización, sino como una estrategia para incrementar la resiliencia y competitividad de las infraestructuras.

Desde Arup, proponen apostar por un enfoque integral que abarca desde la optimización de los sistemas mecánicos y eléctricos hasta el uso de materiales sostenibles como el hormigón bajo en carbono, el acero reciclado o la madera maciza, que se presentan como alternativas más respetuosas con el entorno. A ello se suman innovaciones en refrigeración, como el uso de refrigerantes de bajo impacto climático o sistemas de enfriamiento basados en agua, que permiten reducir de manera significativa las emisiones.

Los centros de datos pueden convertirse así en activos clave para la sostenibilidad y la innovación tecnológica, optimizando su impacto en el entorno y generando beneficios tangibles para las comunidades

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