El Consorcio de la Zona Franca de Barcelona sigue avanzando en la creación de un laboratorio referente en la conducción conectada inteligente, enfocado en mejorar la movilidad y la seguridad vial. Este proyecto ayudará a armonizar el tráfico y mejorar el comportamiento de los conductores y los gestores de tráfico, por lo que comportará menos accidentes, menos congestiones y una mejor interacción entre los vehículos y las infraestructuras.
En este sentido, el objetivo es estudiar cómo los vehículos pueden comunicarse directamente con la infraestructura para mejorar la seguridad y la fluidez del tráfico. Para ello las tecnologías 5G y c-v2x juegan un papel clave, asegurando que la información llegue a los vehículos y a la infraestructura de la vía de manera rápida y confiable.
Como muestra, esta semana la calle 3 del polígono industrial de la Zona Franca, entre las rotondas de las calles A y B, se ha convertido en un banco de pruebas para un vehículo conectado en un entorno de tráfico real, para poder realizar las comprobaciones técnicas del funcionamiento de los equipos instalados en la calle, así como la validación de la cobertura de la red 5G.
Según ha explicado el delegado especial del Estado en el Consorcio, Pere Navarro, la iniciativa consiste en la generación de mensajes automáticos a partir de datos obtenidos de sensores, cámaras, semáforos, otros vehículos e incluso estaciones meteorológicas. Estos se envían a los conductores, ayudándoles a tomar decisiones más seguras y rápidas.
Por su parte, la directora general del Consorcio, Blanca Sorigué, ha segurado que el laboratorio de conducción conectada inteligente, que se desarrollará en el marco del Distrito 4.0 de la Zona Franca, contribuirá a la construcción de un futuro más eficiente, digital, seguro y respetuoso con el entorno.
