Los últimos datos de la Dirección General de Tráfico apuntan que la siniestralidad de las furgonetas repuntó con fuerza en 2024, especialmente en vías interurbanas, donde fallecieron 79 ocupantes, casi el doble que en 2023 y los heridos hospitalizados aumentaron de 138 a 190.
De igual modo, el pasado ejercicio también se incrementaron los siniestros mortales registrados en autopistas, autovías y en carreteras secundarias, con un notable peso de colisiones y salidas de vía.
Por otro lado, en el ámbito urbano, los datos de 2024 registraron seis fallecidos frente a los cuatro de 2023 y una reducción en el número de heridos hospitalizados. Sin embargo, los siniestros continúan afectando de manera significativa a los usuarios más vulnerables, que concentraron cerca de la mitad de las víctimas.
Así mismo, el pasado 2024, un 41% de los conductores de furgoneta que perdieron la vida en carretera dieron positivo en las pruebas toxicológicas, un porcentaje que, aunque ligeramente inferior al del conjunto de conductores analizados evidencia un factor de riesgo añadido en la siniestralidad de este tipo de vehículos.
De igual modo, la antigüedad media de los vehículos comerciales implicados sigue siendo elevada con casi catorce años, una edad que aumenta a los 16,7 años cuando son las furgonetas en que se desplazaban las personas fallecidas.
En esta misma línea, hasta un 20% de los vehículos de más de quince años circula con la ITV caducada. A ello se suma también, la no utilización del cinturón de seguridad, presente en un 24% de los fallecidos en vías interurbanas y un 34% en entornos urbanos
Más allá de los datos generales de siniestralidad, los siniestros laborales de tráfico mortales con furgonetas en jornada de trabajo pasaron de 93 en 2023 a 96 en 2024, mientras que los registrados in itinere aumentaron de 140 a 150 en el mismo periodo.
Adicionalmente, según los últimos informes completos del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el trabajo, correspondientes a 2023, las furgonetas estuvieron implicadas en un 5,5% de los siniestros mortales durante la jornada laboral y en un 1,5% de los ocurridos en los desplazamientos de ida y vuelta al trabajo.
