La presentación realizada en el aeropuerto de Barajas, a la que asistieron el secretario de Transportes Isaías Táboas y el presidente de Aena Aeropuertos Juan Lema, incluye 33 coches y furgonetas de las marcas Citroen CZero y Peugeot ION, de propulsión 100% eléctrica. Se destinarán a los aeropuertos de Madrid, Barcelona Palma de Mallorca y Lanzarote, para su utilización en el lado aire por los departamentos de operaciones, medio ambiente e ingeniería, entre otros.
Esta iniciativa está incluída en el "Plan de Ahorro, Eficiencia Energética y Reducción de Emisiones en el Transporte y la Vivienda" presentado el 6 de abril por Fomento y se alinea con las propuestas del Libro Blanco del Transporte de la UE para la potenciación del coche eléctrico. Desde el punto de vista medioambiental, esta iniciativa supondrá una reducción en más de 13.000 Kg de las emisiones de CO2, con un ahorro de 13.000 €/año.
Concurso público y renting flexible
La adquisición de estos vehículos por un montante de 1.086.000 €, se ha realizado en la modalidad de "renting flexible" mediante concurso público y a través de la empresa Northgate, el mayor operador español de vehículos comerciales e industriales para empresas especializada en renting flexible..
La adjudicación de esta primera flota de 33 unidades, que podrían ampliarse posteriormente hasta un total de 76, llega después de las pruebas piloto llevadas a cabo durante el último año en los aeropuertos de Madrid y Barcelona, que demostraron la idoneidad para ser utilizados en el ámbito de la actividad aeroportuaria. Se trata de la mayor flota de vehículos eléctricos de un gestor aeroportuario en Europa.
Programa piloto
Esta flota servirá además para analizar la viabilidad de sustituir por coches eléctricos, la totalidad de los vehículos convencionales que utiliza en la actividad aeroportuaria, una flota de más de 4.000 unidades. Asimismo se espera que esta iniciativa sirva para arrastrar a otras empresas que operan en aeropuertos, como compañías aéreas o de handling, en la implantación de vehículos de tracción eléctrica en sus flotas.
Este tipo de vehículos parecen adecuados para su utilización en un entorno cerrado como es el ámbito aeroportuario, con velocidad de circulación limitada a 50 Km/h, una autonomía de 100 km suficiente para una jornada y con la posibilidad de recarga de las baterías de los vehículos por la noche, en horas valle de actividad. Si los resultados de este programa piloto resultaran positivos, es de esperar que en al plazo de 5 a 10 años, la casi totalidad de los vehículos que operan en los aeropuertos acabarán siendo eléctricos.