Amazon impulsa el uso de la tecnología de inteligencia artificial para adaptar los stocks de sus instalaciones logísticas a la previsión de la demanda.
Con la inteligencia artificial, la multinacional estadounidense busca que aquellos productos más susceptibles de ser consumidos estén disponibles en sus plataformas de los Estados Unidos y del continente europeo lo más cerca posible de sus lugares de consumo final, con el fin de acortar los plazos de entrega y reducir los pasos logísticos en sus envíos de comercio electrónico.
Según declaraciones de un alto directivo de la compañía al canal de televisión norteamericano CNBC, un 76% de las entregas para los clientes de Amazon proceden de almacenes e instalaciones logísticas ubicadas en la misma región de la que proceden los pedidos.
Con tecnología de inteligencia artificial, Amazon analiza los patrones de consumo en su plataforma para detectar cuándo y dónde se consumen sus productos, con el fin de poder posicionarlos adecuadamente para poder realizar las entregas rápidasen el mismo día sin incurrir en gastos adicionales de transporte.
Además, la multinacional también utiliza robots para procesar un 75% de sus pedidos, al menos parcialmente, durante su paso por su red logística.
