En línea con los cambios introducidos en Alemania, Austria también ha modificados sus tarifas de peaje para basarlas en criterios diferentes a los actuales, como la distancia, configuración de ejes, clase de emisiones Euro y emisiones contaminantes, con el fin de cumplir con la normativa europea.
Así mismo, como indica CETM en su web, estas tasas se cobrarán en autopistas y autovías a los vehículos de más de 3,5 toneladas de MMA, independientemente de su nacionalidad.
En este sentido, el elemento kilométrico del peaje sólo se aplicará a los vehículos de motor o autobuses de más de 3,5 toneladas de MMA, de tal modo que los semirremolques sólo se tienen en cuenta al calcular el número de ejes de los camiones.
Así pues, el coste del peaje dependerá de la distancia recorrida, el número de ejes, la clase de emisiones Euro del motor y el rendimiento de CO2 del vehículo de motor, aunque las rutas con peajes especiales tendrán tarifas más elevadas.
Además se han establecido cinco clases de tarifas, teniendo en cuenta la clase de emisiones Euro de los vehículos, con lo que los vehículos eléctricos y de hidrógeno estarán en la clase cinco, la más favorable, mientras que los camiones matriculados por primera vez antes del 1 de julio de 2019 y los autobuses están en la clase uno, más cara y menos favorable.
Para obtener los grados de clasificación dos a cinco hay que remitir la documentación que acredite las emisiones de cada vehículo a la entidad gestora del peaje.
Las tasas se cargan en función de los kilómetros recorridos que documentan unos cuatrocientos arcos de control instalados en la red viaria austriaca. El país tiene previsto ir introduciendo gradualmente el concepto de emisiones de CO2 en sus peajes entre 2024 y 2026.
