Bélgica está desarrollando actualmente un nuevo sistema de peaje para el pago por uso de las carreteras, que sustituirá a la actual viñeta, y sobre el que se desarrollará un periodo de prueba este otoño de 2015 antes de su entrada oficial, prevista para abril de 2016.
A partir de esta nueva normativa, todo vehículo industrial de más de 3,5 tn, nacional o extranjero, que circule por una carretera belga deberá ir equipado con un dispositivo 'Obu' que estará conectado a un satélite vía GPS, con lo que este podrá detectar tanto la posición del vehículo como los kilómetros realizados por el mismo.
Así, el sistema registra la facturación kilométrica aplicable al tipo de carretera, mientras que el cálculo del peaje a pagar se realiza en base a los kilómetros recorridos, el tipo de vía, el peso máximo autorizado del vehículo y su motorización, es decir, la clasificación 'euro'. Posteriormente, el propietario del vehículo recibirá una factura con el importe a pagar.
Cabe destacar que los controles fijos y móviles no sólo verificarán que los camiones lleven el dispositivo, si no también que el peaje haya sido pagado.
Esta nuevo requerimiento será de implantación obligatoria en autopistas, circunvalaciones y algunas carreteras importantes, pudiendo añadir cualquier de las regiones belgas más carreteras a la red de peaje si así lo estiman oportuno.
En cuanto a la tarifas a aplicar, se están discutiendo actualmente entre la administración del país y el sector del transporte por carretera belga, según informan desde Vartservices.