Tras un 2020 marcado por la pandemia, el transporte frigorífico parece haber empezado 2021 lejos de la clara línea de recuperación que se registra en otros segmentos de actividad como el de construcción y obra pública o el asociado con la actividad industrial.
En este sentido, son estos dos segmentos precisamente, junto con el transporte de otras mercancías, los que han hecho que el volumen de mercancías transportadas por carretera se haya incrementado en un 4,42% anual durante el primer trimestre de 2021, según los datos de la última Encuesta Permanente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Así pues, en España se han movido entre enero y marzo de este año un total de 389,78 millones de toneladas de mercancías por carretera.
De esa cifra total, 39,92 millones de toneladas corresponden a productos agrícolas, con una caída anual de un 13,16.
[sumario]La evolución de volúmenes y precios indica que no hay grandes desequilibrios en la demanda y que incluso podría sobrar oferta"[/sumario]
Así mismo, otros 67,28 millones de toneladas corresponden a productos alimenticios, lo que implica un descenso frente al primer cuarto del año pasado de un 3,08%
Además, ambos registros también se alejan en el primer trimestre de 2021 del fuerte impulso que se registró en ambos tipos de mercancías durante los últimos tres meses del año pasado.
Consecuentemente, entre ambos segmentos se han movido 107,2 millones de toneladas de productos agrícolas y alimenticios, un 10,24% menos que hace un año, pese a que en marzo de 2020 ya se dejaba sentir con virulencia el primer impacto de la pandemia.
Los impactos sucesivos de las diferentes oleadas de la pandemia han impedido una recuperación plena de la demanda de productos refrigerados tanto en el mercado nacional, como en el internacional.
En este sentido, después de un invierno duro en términos climatológicos, la evolución posterior no ha permitido que la recuperación haya sido total, con unos flujos todavía alterados, aunque con un mayor equilibrio entre oferta y demanda a medida que han ido avanzando los meses, pero en cualquier caso sin llegar a alcanzar los niveles que se registraban durante 2019, o incluso en los dos primeros meses del pasado 2020, por no decir de los alcanzados en la primera década de siglo, justo antes de la crisis financiera.
Precios
Por otra parte, esta tendencia negativa se ve acompañada por una evolución también un tanto negativa de los precios de los servicios de transporte de más larga distancia.
En concreto, si los trayectos de más de 300 kilómetros de distanciapresentan un leve ascenso de un 0,67% anual en el primer trimestre de 2021, en los recorridos de entre 201 y 300 kilómetros se registra un descenso de un 1,57%.
En este sentido, la evolución de los precios refleja queno hay escasez de oferta en el mercado de transporte, pese a que la pandemia ha golpeado duramente las cuentas de las empresas de transporte.
Esto se debe principalmente a que en el contexto de incertidumbre que se vive, las empresas no apuestan decididamente por renovacioes de flota, toda vez que, además, la demanda no ha recuperado los niveles que existían antes de la crisis sanitaria, en 2019, e incluso en los dos primeros meses de 2020, como ya se ha apuntado.
Así pues, parece como si incluso hubiera un posible exceso de oferta, al menos en el frigo, que es el segmento que, junto con el transporte asociado a la industria, mayores distancias acumula y que ve cómo los volúmenes no aumentan.
Costes
En lo que respecta a los costes, los registros del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana reporta un importante incremento entre el año pasado y el primer cuarto de este 2021, d tal manera que los de un vehículo frigorífico articulado han disminuido un 3,67% anual, hasta colocarse en unos costes totales de 137.757,60 euros, con un coste por kilómetro, según la estadística oficial de 1,1480 euros, frente a los 1,1917 euros el kilómetro del año pasado.
Así mismo, en el caso de los frigoríficos en transporte internacional, la estadística del Ministerio constata un coste total anual de 194.778,76 euros en marzo de este 2021, un 3,46% menos que en el mismo mes del año pasado.
[sumario]El sector tiene la sensación de que los costes van a seguir una tendencia creciente[/sumario]
De igual modo, el coste por kilómetroen los servicios internacionales se ha colocado, según Transportes en los 1,2985 euros. Por debajo de los 1,3451 euros de marzo del año pasado.
En el comportamiento a la baja de los costes en las dos tipologías de transporte frigorífico (nacional e internacional) ha tenido mucho que ver el descenso en la partida de gasto que supone el combustible, algo achacable en parte a la reducción de kilómetros recorridos que se ha producido.
Sin embargo, los transportistas tienen la perspectiva de que los costes tenderán a incrementarse, sobre todo a la vista de la evolución reciente de los combustibles, la posible incorporación de nuevas partidas de gasto, como los peajes para autovías a nivel nacional o los proyectos en ciernes en Vizcaya y Navarra.
De igual manera, también presionan al alza los costes del sector la transformación energética en el transporte, algo que se traduce en la evolución de los vehículos hacia modelos más sostenibles y también más caros, a la espera de que la tecnología permita abaratar sus precios.
Además, también crecen los gastos asociados a nuevas tecnologías y la difícil situación que vive la industria automovilística genera gran incertidumbre en relación con los precios de los recambios y los servicios de mantenimiento.
Confianza empresarial
Sin embargo, pese a estas amenazas que se ciernen sobre el sector, los empresarios mantienen un relativamente alto nivel de confianza.
La razón de ser de esta tendencia podría encontrarse en que la pandemia parece controlada a medida que avanza la vacunación, pese a las nuevas variantes que tendrían un impacto menor en términos de mortalidad.
Así pues, con un segundo trimestre que ha evolucionado mejor que el primero, y con las esperanzas puestas en los avances del proceso de vacunación, parece que la confianza empresarial en el transporte gana enteros de cara a la segunda mitad de 2021.
En este contexto, el Índice de Confianza Empresarial Armonizado del INE presenta un incremento de un 23,87% de cara al tercer trimestre de este mismo año con respecto al segundo cuarto de 2021, en el segmento del transporte y la hostelería.
Más en detalle, en el ámbito del transporte, un 22,5% de los gestores de empresas del sector considera que la marcha de su negocio será favorable en el tercer trimestre del presente ejercicio, mientras que un 33,2% opina que será desfavorable y el 44,3% restante considera que el trimestre tendrá un comportamiento acorde a sus perspectivas.
Por tanto, el saldo entre opiniones optimistas y pesimistasse coloca en un índice negativo de 10,7 puntos, frente a los 0,9 puntos también negativos de todos los sectores de actividad.
Con respecto a la evolución del tramo que va de abril a junio de 2021, un 13,3% de los empresarios del sector transporte estima que se ha comportado de manera favorable. En sentido contrario, un 44,3% es pesimista sobre el comportamiento del segundo cuarto del ejercicio.
Así mismo, un 42,4% de los empresarios de transporte encuestados por el INE cree que el segundo trimestre de 2021 se ha comportado de acuerdo a las expectativas que se tenían puestas en él.
[sumario]La confianza de los empresarios en la evolución del sector es positiva, aunque no exenta de las incertidumbres que sigue generando la pandemia del Covid-19"[/sumario]
Así pues, el saldo de opinión con respecto al trimestre finalizadose coloca en un saldo negativo de 31 puntos, frente al 8,3 también negativo de la media la totalidad de sectores económicos analizados por el INE.
Como conclusión, parece que el segundo trimestre de 2021 ha sido regular tirando a malo.
En definitiva, hay grandes esperanzas puestas en la evoución del transporte en la última parte del año, especialmente a la vista de que las principales variables económicas indican una recuperación de la demanda de los hogares, tanto a nivel nacional, como internacional.
Sin embargo, la incertidumbre sigue siendo la tónica dominante, por lo que se impone una cierta prudencia a la espera de que la recuperación se consolide plenamente y permita recuperar niveles de actividad previos a la pandemia.
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