Los incrementos de precios varían entre un 20 y 25% en función de las rutas.
Los cambios en la regulación internacional del combustible marino para reducir su impacto medioambiental en vigor desde el comienzo de 2020 se ha traducido en incrementos de los fletes marítimos.
Consecuentemente, esta situación se traslada a otros actores de la cadena de suministro, como es el caso de las empresas de transporte de mercancías por carretera, que han visto en las últimas semanas cómo los precios de los servicios para transbordar camiones a los barcos se han incrementado.
En concreto, la subida sería, según los datos que maneja Fenadismer, de hasta un 20% en el caso de los transportes entre la península y las Islas Baleares, en cuya ruta transitan en torno a 500.000 camiones anuales, y con subidas de hasta el 25% en el tráfico marítimo de camiones entre la península e Italia, con un movimiento de unos 100.000 camiones anuales, así como a otros puertos franceses y británicos.
Esta situación, además de encarecer los precios de los productos que se mueven en estas rutas, también perjudica el fomento del transporte combinado y multimodal de las autopistas del mar, por lo que la asociación empresarial tiene previsto solicitar al Ministerio de Transportes "el establecimiento de un plan de medidas fiscales y económicas que compensen los incrementos aplicados por las compañías navieras".