La traslación del conflicto que mantienen en Gaza Israel y Hamás a las aguas del Mar Rojo, con sucesivos ataques a diferentes embarcaciones, está obligando a las navieras a estudiar alternativas al tráfico por esta zona que implican la circunnavegación de África.
La más reciente se ha producido esta misma semana, cuando un buque cisterna con bandera noruega ha sido atacado frente a las costas de Yemen, según han confirmado diversos organismos británicos y estadounidenses.
En este mismo sentido, esta situación conflictiva en una de las zonas con mayor volumen de tráfico mercante del planeta se está trasladando a un encarecimiento de los costesde los servicios marítimos. Así pues, según S&P Global Commodity Insights, los fletes para el transporte de graneles se han disparado desde el inicio de las hostilidades en Gaza. De igual manera, los seguros también se han incrementado con fuerza ante un riesgo más que evidente.
Sin embargo, pese a estas dos tendencias, parece que la situación está obligando a desviar las rutas para evitar problemas en la zona, aunque, al tiempo, también hay rutas, especialmente para el movimiento de hidrocarburos y derivados del petróleo, que necesariamente tienen que cubrir esa área, pese a las dificultades.
Por otra parte, también parece que los buques en tránsito por el Mar Rojo tienden a agruparse para facilitar la vigilancia y, en la medida de lo posible, cualquier posible acción defensiva ante ataques. Como consecuencia, estos movimientos podrían tener como resultado un incremento de la congestión en el canal de Suez, una de las infraestructuras críticas para el tráfico marítimo global.
Mientras tanto, las principales navieras siguen minuto a minuto la evolución de los acontecimientos para intentar medidas alternativas incluyendo desvíos de rutas.
