El ITF pide una reducción inmediata de las emisiones del transporte para ahorrar costes en el futuro

En su último informe se pide asumir un escenario de Alta Ambición que potencie políticas centradas en acelerar la descarbonización del sector del transporte y su impacto.

26/05/2023 a las 10:48 h

El informe Perspectivas del Transporte 2023 del ITF alerta que, a pesar de los esfuerzos por descarbonizar, las emisiones del transporte no disminuirán lo suficientemente rápido debido al aumento previsto en la demanda de transporte, pidiendo un esfuerzo aún mayor en el proceso de descarbonización.

El estudio considera dos escenarios de políticas para el futuro del transporte utilizando los modelos del ITF. El escenario de Ambición Actual asume que las políticas actuales para descarbonizar el transporte continúan su curso, mientras que el escenario de Alta Ambición se centra en políticas que aceleran la descarbonización del sector del transporte.

Así, en 2050 y con el escenario de Ambición Actual, se espera un aumento del 79% en la demanda de pasajeros y casi el doble en la demanda de mercancías. En el de Alta Ambición, los incrementos equivalentes serían del 65% y el 59%, respectivamente

El informe destaca la importancia de que los responsables de formular políticas rompan la conexión entre la demanda de transporte y las emisiones, instando a utilizar herramientas disponibles para impulsar la expansión de tecnologías y combustibles con bajas o nulas emisiones de carbono.

Esto implica un despliegue a gran escala de tecnologías de bajas y cero emisiones en el transporte por carretera y ferrocarril, así como el desarrollo de combustibles sostenibles y asequibles en los sectores marítimo y aéreo.

Se resalta el potencial del transporte público y masivo para avanzar hacia viajes con cero emisiones, pero se enfatiza la necesidad de una integración de modos de transporte, incluyendo viajes compartidos, vehículos compartidos e infraestructuras para caminar y montar en bicicleta.

Necesidad de políticas más decididas

Con políticas más decididas, apunta, se espera una reducción en la participación de vehículos privados motorizados en las zonas urbanas y un mayor uso de modos de transporte sostenibles. Sin embargo, se reconoce que aproximadamente el 50% de los desplazamientos regionales seguirán siendo en automóvil en 2050, incluso con políticas ambiciosas.

También se destaca la dificultad de descarbonizar los viajes de larga distancia tanto para pasajeros como para mercancías, y se subraya la necesidad de reducir la intensidad de carbono en estos viajes sin disminuir la movilidad.

Emisiones del transporte

En cuanto al transporte de mercancías, se sugiere que una política de precios coherente para promover la elección de modos de transporte más sostenibles, y la asignación de precios al carbono puede fomentar el desplazamiento hacia flotas menos intensivas en carbono y hacer que los combustibles bajos en carbono sean más competitivos en términos de costos.

En general, se destaca que se requerirán inversiones significativas en los sistemas de transporte en las próximas décadas. Las estimaciones de inversión en infraestructuras básicas para satisfacer la demanda prevista alcanzan el 1,7% del PIB mundial anual hasta 2050 en el escenario de Ambición Actual y ligeramente menos (1,6%) en el escenario de Alta Ambición.

Recomendaciones para los gobiernos

El informe presenta asimismo cinco recomendaciones dirigidas a los responsables políticos, entre las que incluyen desarrollar estrategias integrales para la movilidad y las infraestructuras futuras, adoptando por parte de los gobiernos un enfoque proactivo de inversión basado en la toma de decisiones.

También piden acelerar la transición hacia flotas de vehículos más limpios con un apoyo político específico y la implementación de políticas de cambio modal y gestión de la demanda de manera efectiva, priorizando para los viajes de larga distancia la transición hacia vehículos y combustibles más limpios.

Por último, subrayan también la necesidad de considerar los beneficios adicionales para las áreas urbanas al evaluar las políticas y una reforma de la fiscalidad de los vehículospara reflejar los costos externos de las nuevas flotas. En este aspecto, apuntan a la implementación de la tarificación vial y a las tasas de congestión como herramientas que pueden mitigar estos efectos negativos.

 

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