La Iru defiende que la propuesta que ha realizado la Comisión Europea esta misma semana para incorporar a los semirremolques en el ámbito de aplicación de la Directiva que regula la euroviñeta solo puede verse como un incentivo para la industria si los Estados miembros están obligados a aplicarla desde la misma fecha en que entra en vigor la variación de la tasa de CO₂ para los vehículos a motor.
Con esta iniciativa, Comisión Europea pretende incentivar la incorporación al mercado de semirremolques más eficientes energéticamenteañadiéndolos a la variación de la tasa de CO₂, pero los Estados miembros solo tendrán que aplicarla a partir del 1 de julio de 2030, algo que no convence a los representantes de los transportistas de la Unión.
En este sentido, la organización internacional estima que la categorización por las emisiones de los semis puede afectar al encuadramiento en una categoría más o menos favorable que, además, debería modificarse posteriormente, ya que los países de la Unión tienen que incorporar la Directiva de la euroviñeta a finales de marzo de 2024.
Incluso, con la modificación propuesta se abriría la posibilidad de que vehículos con categoría EuroVI pudieran acabar en un segmento considerado más contaminante, con el consiguiente impacto en el pago de las tasas.
Por todo ello, la Iru pide una regulación más adaptada a las necesidades de las empresas de transporte con el fin de evitar que se añadan nuevos costes externos a los servicios, así como que se impongan nuevas trabas burocráticas a las empresas, aprovechando el proceso de negociación abierto entre la Comisión, el Parlamento y el Consejo.
