Fomento y La Rioja quieren sacar los camiones de la N-232.
La administración autonómica de La Rioja y el Ministerio de Fomento "trabajan para poner en marcha de manera inmediata" una serie de medidas para mejorar la seguridad vial en la N-232, entre las que se encuentran "el desvío obligatorio por la AP-68 del tráfico pesado", que tendrá bonificaciones en el precio de la autopista.
Así lo ha señalado el presidente de la Comunidad Autónoma de La Rioja, José Ignacio Ceniceros, tras la reunión que ha mantenido con el ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, este jueves 26 de enero en Logroño.
La propuesta para sacar los camiones de la nacional será elaborada por la administración riojana, que la trasladará posteriormente a Fomento, y en la misma se especificará el porcentaje de la bonificación y si es preciso realizar actuaciones puntuales para mejorar alguno de los accesos de la autopista en La Rioja.
En este sentido, "y coincidiendo con las declaraciones del ministro de Fomento", según señalan desde el gobierno de La Rioja, Ceniceros ha hecho hincapié en la necesidad de que "el desvío sea obligatorio para que la medida sea efectiva".
De la Serna ha resaltado durante la reunión la reducción de la siniestralidad, en un 75%, que se ha apreciado con el desvío obligatorio del tráfico pesado de la N-2 a la AP-7, en Cataluña, donde se aplica esta medida. En este contexto, el ministro ha apuntado que los vehículos pesados estuvieron implicados en el 70% de los 56 accidentes que se produjeron en 2016 en la N-232.
Bonificaciones del 50%
Fomento y La Rioja apuestan por una bonificación del 50% sobre los peajes para los transportistas, subvención que correría a cargo de los presupuestos del Estado y de los de la Comunidad Autónoma a partes iguales. De hecho, el gobierno riojano ya dispone de una partida en sus presupuestos de 2017 para hacer abonar el 25% del peaje.
Las bonificaciones del 50% recibieron el visto bueno del sector del transporte por carretera en su día, cuando se puso en marcha el proyecto piloto en España para el desvío del tráfico pesado a las autopistas en julio de 2015, si bien es cierto que esta bonificación sólo se aplicó en dos de las seis autopistas elegidas.
No obstante, los transportistas han defendido en numerosas ocasiones que el desvío debe ser siempre voluntario.