Actualmente existen más de 11.000 normas emitidas por las 28 Agencias estatales europeas, que suponen un aumento en el coste de fabricación de locomotoras, de hasta un 30%, lo que supone una desventaja para la competitividad de este sector en comparación con el transporte por carretera, aéreo o marítimo.
Así lo ha asegurado la eurodiputada del PNV, Izaskun Bilbao, en su informe de Interoperabilidad que ha presentado recientemente en el Parlamento Europeo para solicitar simplificar los trámites necesarios para la puesta en marcha de trenes con recorridos transeuropeos y, así, “conseguir un espacio ferroviario único europeo" sostenible, más económico y que cree empleo.
La eurodiputada vasca, que ha consultado a más de 30 agentes distintos para realizar el informe, ha matizado que los mayores límites se encuentran en "las trabas burocráticas y legales" de cada estado miembro porque los problemas de infraestructuras y técnicos del sector son "superables hoy".
Estos obstáculos "restan alternativas a los usuarios", "encarecen los costes del transporte" y "lastran la competitividad" del ferrocarril.
El papel de la Agencia Ferroviaria Europea
Por ello, Bilbao ha planteado reforzar el papel de la Agencia Ferroviaria Europea en materia de supervisión y revisión de normas nacionales "para evitar redundancias o contradicciones entre ellas y proponer en su caso derogaciones".
La Agencia, que aspira a ser la "ventanilla única que expedirá un pasaporte europeo de vehículos", tiene que mejorar sus relaciones con sus homólogas nacionales para "crear un mecanismo de funcionamiento que aproveche y dinamice lo que existe (...) y convierta el transporte ferroviario en fuente de competitividad y cantera de empleo".
El ferrocarril, de acuerdo con la eurodiputada, tiene la misión de mejorar la movilidad de personas y mercancías en Europa, así como de reducir las emisiones de carbono, para aportar una alternativa sostenible a los ciudadanos y empresas.
En su blog, la diputada explica que una sola locomotora, por la noche es capaz de arrastrar decenas de vagones y superar larguísimos trayectos en condiciones de seguridad objetivamente mejores que las que ofrece el transporte por carretera. Este, sin embargo ofrece una flexibilidad y capilaridad insuperable. Sin embargo la combinación de ambas fortalezas ofrecería una intermodalidad muy interesante.
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