El Observatorio Permanente de la Digitalización del Transporte Catalán, constituido por la Asociación General de Autónomos y Pymes Transportistas de Cataluña, federada en Fenadismer, y que cuenta con el apoyo de la Fundación Quijote para el Transporte, ha analizado los avances del sector en la digitalización.
Tras realizar una encuesta a 100 empresas transportistas catalanas de mercancías por carretera, se ha evidenciado que el proceso, en el caso de las pymes y autónomo, no está consolidado.
El 37% de los encuestados no ha implantado aún ningún tipo de solución de digitalización y el 40% sólo una. Apenas el 20% de las pymes catalanas del transporte alcanza un aprobado en digitalización, tras haber implantado al menos dos soluciones digitales.
El 60% de las pymes desconoce que en breve será obligatorio el tacógrafo inteligente de segunda generación si realiza transporte internacional, el documento electrónico del transporte en el caso del 75%, o la factura electrónica en el 69%.
Asimismo, es preocupantemente bajo el porcentaje de pymes que conocen las ayudas de las distintas administraciones para impulsar la digitalización de las pymes.
Sólo el 58% conoce la existencia del programa Kit Digitaldel Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, habiendo presentado solicitudes de ayuda sólo el 10%, a pesar de que el programa tiene más de un año de vida.
De las soluciones que subvencionan dicho programa, las que más interés suscitan son la factura electrónica, para el 66% de las pymes, seguida por la presencia en internet, para el 46%.
En cuanto al Programa de Modernización del Transporte que gestiona la Generalitat, en vigor desde hace un mes, su grado de conocimiento es de sólo el 49% y prácticamente no se han presentado solicitudes.
De las soluciones que subvenciona dicho programa, las que más interés despiertan son el tacógrafo inteligente de segunda generación, que destaca el 55%, y el documento electrónico del transporte, con el 49%.
Preocupa, por tanto, el escaso grado de conocimiento de las ayudas a la digitalización que tanto el Gobierno como las Comunidades Autónomas ponen a disposición de las empresas transportistas, lo que hace necesario llevar a cabo un esfuerzo aún mayor de difusión para lograr que el mayor número posible de transportistas puedan acogerse.
De este modo, podrán adaptar su actividad a los nuevos retos tecnológicos y digitales a los que se enfrentan, con el objetivo de lograr una mejor eficiencia en la prestación de los servicios de transporte.