Las negociaciones para renovar las condiciones salariales del convenio colectivo específico del sector de la logística en la Comunidad de Madrid ya se antojaban difíciles, a la vista de los puntos de vista divergentes que vienen manteniendo patronal y sindicatos desde hace meses.
En las últimas reuniones, los puntos más discutidos han tenido que ver con las condiciones salariales de la categoría de mozo, así como con la aparición de una nueva categoría de inclusión, que se situaría por debajo de la mozo, algo que no conciben los sindicatos y que, en todo caso, implicaría modificaciones en el Acuerdo General, a lo que no están dispuestas las centrales sindicales que, en algún caso, piensan que esta pretensión podría ser un señuelo para alejar cualquier acuerdo.
La posición de UNO constituye, por lo que respecta a estos dos puntos, un órdago que puede poner en peligro la negociación, desde el punto de vista de los sindicatos, ya que en el caso de los mozos su última propuesta supone que el salario anual quede en 15.000 euros, frente a los 19.200 que tiene actualmente.
De igual modo, de trasfondo, en la negociación existe ruido relacionado con la subcontratación de actividades logísticas a través de empresas de servicios, algo que, a juicio de las centrales sindicales, implica una rebaja de las condiciones laborales de los trabajadores, algo que, estiman, pasa con la categoría de inserción, que serviría a las empresas para internalizar personal subcontratado sin aumento de costes salariales, al tiempo que se evitaría futuros cambios en la legislación laboral que obligaran a aplicar el convenio colectivo sectorial también con el personal subcontratado.
Así las cosas, la negociación parece que ha entrado en un punto muerto de difícil solución ante las discrepancias existentes, que podría abocar a movilizaciones.