La secretaria general de Transportes y Movilidad, Mª José Rallo, ha presidido una jornada sobre la descarbonización en el transporte marítimo organizada por la Dirección General de la Marina Mercante para dar a conocer las propuestas de la Organización Marítima Internacional y la Unión Europea en este ámbito.
El presidente del Consejo de la OMI y Representante Permanente Alterno de España ante esta Organización, Víctor Jiménez, ha informado sobre las medidas a corto plazo adoptadas recientemente en el seno de la OMI para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero procedente de buques.
En este sentido, será necesario que los buques combinen un enfoque técnico y otro operacional para reducir su intensidad de carbono. Tal y como ha explicado, se están evaluando las repercusiones de estas medidas en el sector.
El director general de la Marina Mercante, Benito Núñez, ha ofrecido su colaboración para afrontar los cambios que permitan que el transporte marítimo en España cumpla con los objetivos marcados.
En cuanto al jefe de Normativa y Cooperación Internacional de este organismo, Miguel Núñez, ha analizado las medidas del plan 'Fit for 55' de la Unión Europea, que implica la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030, con respecto a las de 1990. Para 2050, serían prácticamente nulas.
Además, el transporte marítimo se incorporará por primera vez al Régimen Europeo de comercio de Derechos de Emisión, lo que implicaría que los buques a partir de 5.000 GT tendrían que adquirir derechos de emisión a partir de 2023 con una transición muy rápida.
Finalmente, se han descrito las modificaciones al reglamento para el despliegue de combustibles alternativos y la directiva de fiscalidad de combustible. Todas estas medidas obligarían al sector a una transformación muy rápida.
La investigación y desarrollo de combustibles renovables y la innovación técnica harán posible que España continúe siendo una referencia en el comercio marítimo internacional, aunque las previsiones apuntan a que los combustibles de origen realmente renovable no estarán disponibles antes de 2030.
