La ciudad de Logroño es, junto con las de Nantes, Estambul y Hamburgo, el escenario en el que se desarrolla el proyecto de logística de última milla 'Decarbomile', una iniciativa de un consorcio formado por treinta instituciones y empresas de diez países de la Unión Europea.
La iniciativa se centra en la implantación de nuevas soluciones para reducir las emisiones de carbono en la logística urbana.
En concreto, el proyecto prevé una inversión de 9,5 millones de euros y cuenta con una subvención europea de ocho. De este total, la capital riojana recibe 468.750 euros, el 100% previsto para los costes de equipamiento durante los dos años que dura el proyecto piloto.
Así pues, con una duración de 48 meses tras su lanzamiento en septiembre del año pasado, la primera mitad de este tiempo está prevista para la definición y preparación del sistema, mientras que la segunda se centrará en la implementación y demostración del sistema.
Según las autoridad municipales logroñesas, el objetivo global del proyecto 'Decarbomile' es demostrar todo el potencial que tiene la logística de última milla para conseguir reducciones de emisiones.
Para ello, se analizan diversas aspectos, como el desarrollo de vehículos multimodales para verificar su adaptabilidad a los diferentes flujos de logística y distintas circunstancias de cada una de las ciudades, la creación de contendedores estándar para cargo-bicis o la puesta en marcha de servicios complementarios como consignas inteligentes para incrementar la recogida en el punto de entrega y reducir el volumen de reparto a domicilio, entre otras.
