La última Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial que analiza la situación en este tercer trimestre de 2023 apunta que la actividad empresarial se ha visto afectada por el repunte de los costes energéticos y por la creciente incidencia de los problemas de disponibilidad de mano de obra.
Precisamente este factor provoca, entre otras cosas, a juicio de los analistas del regulador, que muchas empresas se vean obligadas a reducir sus contrataciones y a conceder mayores alzas salariales, algo que es especialmente perceptible en segmentos de actividad como el transporte y la hostelería.
Así mismo, por otra parte, las empresas españolas también han percibido un descenso de su facturación en el tercer trimestre de 2023, tras el ligero aumento del trimestre anterior, de tal modo que su facturación ha retrocedido en todos los sectores, salvo en los servicios turísticos, así como en información y comunicaciones.
En concreto, el porcentaje de empresas encuestadas cuyas ventas han crecido en este período es del 22,4 %, siete puntos porcentuales menos que en el trimestre anterior, mientras que el porcentaje de las que perciben descensos en su facturación ha subido al 28,7 %, seis puntos porcentuales más que hace tres meses. Sin embargo, de cara al cuarto trimestre de 2023, las perspectivas de los encuestados apuntan a un mayor dinamismo de la facturación, según la entidad.
Un transporte con menos facturación, más empleo e inversión contenida
Por lo que respecta al transporte, el Banco de España estima que el sector conserva un ligero optimismo en relación con su facturación de este tercer trimestre del ejercicio, aunque con un dato peor que el del cuarto anterior.
A su vez, parece que las perspectivas de creación de empleo en el segmento han mejorado en el período, mientras que, por otro lado, la inversión del transporte español permanece estable y contenida.
De igual modo, el Banco de España constata indicios de pausa en el proceso desinflacionista en el tercer trimestre, tanto en los costes de producción como en los precios de venta, con lo que las expectativas a un año apuntan a un ligero repunte de las presiones inflacionistas, sobre todo en el precio de los consumos intermedios.
En particular, el Banco de España detecta un aumento más intenso del indicador de costes intermedios en ramas como los servicios de transporte, más afectados por el incremento reciente de los precios energéticos.
