Un reciente informe dado a conocer esta semana por Transport Intelligence apunta que los fletes marítimos internacionales han iniciado una cierta tendencia a la estabilización durante este segundo trimestre de 2023, como consecuencia de prácticas como las cancelaciones de servicio o la navegación lenta.
En el tablero del transporte marítimo internacional convergen en este segundo cuarto del año, un ambiente muy volátil e inestable, con una demanda débil y pendiente de la evolución de la economía global, junto con una oferta que ha aumentado una vez que se ha reducido la congestión portuaria y que, al tiempo, ve cómo se está consolidando el mercado a través de diferentes movimientos empresariales, con lo que las navieras ganan poder negociador a la hora de fijar las tarifas en los contratos de transporte.
Como consecuencia, el análisis señala que la tendencia bajista en los fletes podría continuar, aunque a menor ritmo y con la vista puesta en una posible recuperación de la demanda al comienzo de 2024 en un contexto de precios estables de los combustibles.
Por otra parte, la incorporación de nuevos buques y los regulares datos de crecimiento económico en China tras la eliminación de las restricciones sanitarias por la pandemia podrían ayudar a equilibrar posibles tendencias alcistas de los fletes al menos en lo que queda de año, aunque podrían corregirse ya en 2024.
