A raíz del difícil momento que experimenta el transporte marítimo de contenedores, el primer operador del mundo en esta actividad, Maersk Line, ha puesto en marcha una serie de actuaciones a nivel administrativo y operativo que comprenden importantes cambios desde este mismo año.
Tras reducir sus previsiones de crecimiento para este 2015, el operador ha informado de que a lo largo del cuarto trimestre del presente ejercicio cancelará un total de 35 salidas, mientras que el cierre de cuatro servicios ya se ha iniciado en los últimos dos meses.
Tres de los cuatro servicios que ya no operará la naviera han venido conectando Europa y Asia, estos son el 'ME5', que realizaba escalas en Valencia y Algeciras, el 'AE9', con escala en Tánger Med, y el 'AE3'. El cuarto servicio que anulará es el 'TA4', que conecta tres puertos europeos con Canadá.
La capacidad de la red se verá reducida como "respuesta a las actuales perspectivas del mercado", según indican desde el operador, que también proyecta la reducción de un 17% de su plantilla de tierra en los próximos dos años, pasando de los 23.000 trabajadores actuales a los 19.000 trabajadores en 2017.
En este sentido, la compañía pretende con este descenso del personal reducir los costes anuales administrativos y de ventas en unos 230 millones de euros al año, con un impacto cercano a los 140 millones de euros en 2016.
Freno a la incorporación de megabuques
En lo que respecta al aumento de flota previsto por la compañía y que ahora se verá ralentizado, Maersk Line no ejercitará su opción sobre seis megaportacontenedores de 19,630 TEUs, como tampoco firmará finalmente la construcción prevista de otros dos buques de 3.600 TEUs.
Además, ha aplazado su decisión sobre la opción que tiene para encargar otros ocho buques de 14.000 TEUs.