Scania ha diseñado junto con sus proveedores un plan de medidas a largo plazo para descarbonizar su cadena de suministro de cara a 2030. Con esta estrategia, pretende eliminar las mayores fuentes de emisiones de carbono tanto en los materiales utilizados en la producción como en las baterías.
A través del llamado análisis del ciclo de vida, el fabricante ha identificado cuatro puntos críticos de emisión: baterías, acero, aluminio y hierro fundido. Juntos, constituyen aproximadamente el 80% de las emisiones de carbono que se derivan de la producción.
Estos cuatro puntos críticos son, por lo tanto, el foco de la estrategia de descarbonización de la cadena de suministro. En los vehículos eléctricos, por ejemplo, las baterías pueden representar la mitad de las emisiones, mientras que en los vehículos con motor de combustión, el acero es el que genera la mayor huella de carbono.
El objetivo para 2030 es que la fabricación se lleve a cabo con baterías 100% ecológicas, acero 100% ecológico, aluminio 100% ecológico y hierro fundido 100% ecológico.
En este sentido, se pretende eliminar las principales fuentes de emisiones mediante el uso de nuevas tecnologías, electricidad verde y/o material reciclado. En el caso de las baterías, el uso de energía limpia en la producción es determinante, mientras que en la producción de acero, la clave es la sustitución del carbón por hidrógeno verde.
Cabe apuntar que algunos de sus proveedores son pioneros en la descarbonización y colaborarán con ellos para alcanzar los objetivos planteados, que comprenden inicialmente la producción de Scania en Europa, pero se extenderán gradualmente a su producción en China y América Latina.