David Martínez, director general de Proequity

¡Seguiremos trabajando, seguiremos aprendiendo!

El director general de Proequity escribe sobre la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos en el sector inmologístico, en una búsqueda constante de la satisfacción instantánea del cliente, como en cualquier otra disciplina.
12/11/2019 a las 21:37 h

Vivimos en nuestro mundo de la inmologística, en un periodo de “brainstorming” continuo. No hay día que no surjan nuevas opiniones en cuanto a la “última milla”, el auge del e-commerce, la electrificación de las flotas o cualquier otro asunto de los que están en boca de todos los expertos.

Eso hace que, desde el punto de vista del diseño y construcción de las instalaciones logísticas que precisan actualmente los clientes, nos planteemos continuamente no sólo cuáles deben de ser las naves del futuro, sino cuáles deben de ser las naves que se necesitan hoy en día.

Lo que está claro es que los profesionales del “real estate” necesitamos cada vez más entender el negocio de nuestro principal cliente, como son las empresas de logística, con el fin de diseñar edificios que respondan a sus expectativas y necesidades para hacer más operativo y efectivo su trabajo diario.

Es indudable que el desempeño profesional en cualquier disciplina es una continua adaptación. Algo que en los momentos actuales, es aún más cierto. Hay que adaptarse a los nuevos tiempos y a esa búsqueda constante de la satisfacción instantánea del cliente. Ante este planteamiento, hay dos factores con los que necesariamente debemos contar, si queremos alcanzar el éxito en nuestros objetivos.

[sumario]En un momento de cambios acelerados como el actual, hay dos factores, como la sostenibilidad y la tecnología, que debemos ser capaces de incorporar a nuestro negocio.[/sumario]

Por un lado está el tema de la sostenibilidad, cada vez más presente. Las regulaciones crecientemente restrictivas en cuanto a emisiones de los vehículos que acceden y circulan en las ciudades, tienen como primera derivada la búsqueda de nuevos modelos de distribución en cuanto a puntos de recogida y nuevos vehículos cada vez más sofisticados y más respetuosos con el medioambiente y en definitiva con la salud de los ciudadanos, que hasta hace bien poco sólo veíamos como algo de la ciencia ficción.

Por otro lado, nos encontramos con el decisivo papel que juega, cada vez más, la tecnología, con el avance de la robotización en la actividad industrial o con la ayuda de la inteligencia artificial en la búsqueda de la optimización de tiempo y costes y, sobre todo, en la seguridad en las entregas.

Todas estas nuevas tendencias, que son ya realidades instaladas en la actividad diaria de las empresas, debemos ser capaces de trasladarlas a nuestro negocio, el inmobiliario. Como muestra un botón. Las salas de baterías de los almacenes, donde se cargaban las carretillas, están dejando paso a tomas de carga para vehículos eléctricos.

Lo que debemos tener claro es que la demanda y las exigencias del mercado están cambiando, y además lo están haciendo a un ritmo como nunca antes se había dado. En este contexto, las empresas logísticas no tienen muy claro el futuro, lo que hace que a los del real estate nos surja una duda: ¿servirán las naves de hoy a las necesidades de dentro de 5 ó 10 años?

De momento, apostamos por un aumento en la especificación de los proyectos, lo que debe potenciar el desarrollo de proyectos “llaves en mano”. Esto, trasladado a la estrategia en inversión inmologística, nos lleva a aconsejar a los inversores la apuesta por el “banco de suelo” para el desarrollo a medida de futuros proyectos.

Por todo ello, nuestra obligación es conocer en todo momento hacia donde nos lleva la implementación de la tecnología y los nuevos proyectos en un sector tan dinámico y cambiante como es la logística. ¡Seguiremos trabajando, seguiremos aprendiendo!

David Martínez

Director General Proequity

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