El buque, que tiene unas dimensiones similares a casi cuatro campos de fútbol, ha elegido Barcelona como puerto base para operar en el Mediterráneo durante toda la temporada hasta octubre.
El numero de pasajeros de cruceros aumentará en torno al 4% con respecto al 2013, en parte debido a la llegada del Allure of the Seas, que supondrá una aportación económica a la ciudad de más de 8 millones de euros.