Esta misma semana, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha asegurado que "damos por hecho que no va a haber peajes, lo hemos dicho por activa y por pasiva".
Según el titular de Interior, el mantenimiento de las carreteras ya está presupuestado en los Presupuestos Generales del Estado, en una línea argumentalque abunda en lo ya apuntado también por el actual ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente.
Sin embargo, para ser precisos, algo especialmente conveniente en un tiempo como este en el que los eufemismos campan por doquier, la cuestión real es si se va a introducir un sistema de pago por uso en las vías de alta capacidad del país.
Inicialmente, la Comisión Europea ya permitió a primeros de octubre de 2023 a España realizar una serie de cambios en su plan de recuperación, incluyendo el retraso en la implantación de este sistema de tarificación.
La Administración se había comprometido con las instituciones europeas en poner en marcha este sistema este año, aunque el proyecto parecía ya desde un principio una quimera, tal y como ha ido demostrando posteriormente la evolución de los acontecimientos y la inestabilidad política existente en el país.
Ahora, con una nueva crisis bélica en Oriente Medio que puede afectar al precio internacional de los derivados del petróleo y después de que se eliminara a finales de 2023 la bonificación en el precio del combustible para el sector, tampoco parece un momento propicio para la llegada de una nueva tasa. Pero nunca se sabe: siempre cabe decir que se habló de peajes, pero no del pago por uso.
