La Cátedra de Economía Azul de la Universidad de La Laguna – Puertos de Tenerife ha celebrado en el mes de julio la jornada titulada ‘Puertos inteligentes: retos y oportunidades’, que ha reunido a destacados representantes de instituciones y empresas para profundizar en la idea de que los puertos inteligentes ya no son una promesa tecnológica, sino una necesidad estratégica.
El director de la Cátedra Smart Ports de la Universidad Jaume I, Francisco Toledo, ha participado en esta sesión, en la que ha resaltado la “necesidad de colaboración entre los puertos para desarrollar puertos inteligentes”, así como “el papel de la Cátedra Smart Ports como nexo para facilitar dicha colaboración”.
No obstante, considera que “esta voluntad para cooperar tiene que ir más allá de las autoridades portuarias e incorporar también a las empresas”. Además, Toledo ha utilizado un nuevo término que podría definirse como “coopetencia”, es decir, “colaboración + competencia”, para referirse a la “colaboración con la competencia en ciertas áreas para lograr objetivos comunes, mientras se compite en otras”.
En su opinión, colaborar con la competencia implica reducir costes de desarrollo, acceder a nuevos mercados, compartir riesgos tecnológicos e impulsar estándares industriales. “A veces, la mejor manera de competir es construir alianzas que generen valor para todos. Colaborar con la competencia es competir con inteligencia”, ha explicado.
El director de la Cátedra Smart Ports ha puesto como ejemplo la plataforma de ciberseguridad del sistema portuario implantada en las 28 Autoridades Portuarias, y la elaboración de la norma UNE 178110, que ha sido un trabajo conjunto entre Puertos del Estado, Autoridades Portuarias y empresas y asociaciones sectoriales. Asimismo, desde la Cátedra se está preparando la primera reunión para la puesta en marcha de un think tank sobre puertos inteligentes, en el que colaborarán diferentes autoridades de España.
Según Toledo, las principales aportaciones de un puerto inteligente pueden resumirse en eficiencia, sostenibilidad y seguridad. Hasta este momento, asegura, los puertos competían en las infraestructuras físicas, pero ahora se trata de proporcionar valor añadido y transformar los datos en información de calidad y conocimiento para la toma de decisiones.
Así, según las previsiones de la Organización Europera de Puertos Marítimos, Espo, en la próxima década los puertos europeos tendrán que invertir más de 80.000 millones de euros, especialmente en el ámbito digital.