El Autoridad Portuaria de Tarragona ha introducido cambios en su puesto de control fronterizo destinados a optimizar los procedimientos administrativos y de inspección en el ámbito de la certificación veterinaria de las exportaciones.
En este sentido, desde el pasado 3 de febrero, las oficinas donde se realizan estos controles documentales se han trasladado del punto de control fronterizo del enclave al edificio de servicios administrativos múltiples de la Subdelegación del Gobierno, en la plaza Imperial Tarraco de la capital tarraconense.
Según la Autoridad Portuaria, esta nueva ubicación acerca el servicio a la ciudadanía y facilita su acceso en el contexto de un proceso de modernización del servicio de certificación veterinaria en la exportación que comporta la fusión de los diferentes cuerpos veterinarios para ofrecer un servicio optimizado a los usuarios.
Concretamente, uno de los principales avances que se introducen es la fusión de los cuerpos veterinarios. Hasta ahora, se disponía de una inspectora veterinaria vinculada a Sanidad Exterior, que realizaba el control de las mercancías destinadas a consumo humano, y seis inspectoras veterinarias más vinculadas al Ministerio de Agricultura que desarrollaban las labores de inspección de piensos y otros productos no dirigidos al consumo humano.
Los responsables de la rada tarraconense estiman que con el nuevo modelo se unifica la gestión y todo el cuerpo depende del Ministerio de Agricultura. La fusión de los equipos les dota de mayor polivalencia, lo que se traduce en una mayor agilidad del servicio.
