El consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife ha dado luz verde la semana pasada a la propuesta de inicio del expediente para la contratación de las obras de cierre y habilitación del muelle de Ribera del puerto de Granadilla.
El ente afronta así lo que considera una actuación estratégica para el desarrollo y consolidación de esta infraestructura portuaria, cuyo valor estimado asciende a cerca de cuarenta millones de euros, y que contempla un plazo de ejecución de veinte meses.
Con más detalle, la intervención prevista supondrá un avance decisivo en la configuración definitiva del puerto de Granadilla, pues permitirá impulsar proyectos de gran envergadura y favorecer la atracción de tráficos de alto valor añadido.
En este contexto, el objeto del contrato es la construcción del cierre del Muelle de Ribera, de 543,31 metros de longitud, compuesto por once cajones de hormigón de 48,25 metros de eslora, a los que se suman dos cierres de hormigón sumergidos, de 5,78 metros, situados en los extremos nordeste y suroeste.
Así mismo, el proyecto incluye, además, la habilitación del pavimento de la infraestructura portuaria.
Además, junto a la aprobación del expediente y de la documentación técnica, jurídica y económica necesaria para su tramitación, el órgano de gestión de los puertos tinerfeños ha acordado solicitar la preceptiva autorización al Consejo de Ministros para la licitación de la obra.
Con este avance, la Autoridad Portuaria de Tenerife estima que reafirma su compromiso con el desarrollo del puerto de Granadilla, una infraestructura estratégica para el futuro del sistema portuario provincial y para la diversificación económica de Tenerife, y continúa trabajando para disponer de un puerto moderno, eficiente y capaz de acoger proyectos transformadores para la isla.
