Impulsar la renovación del parque

La crisis por el Covid-19 ha colocado al sector de la automoción al borde del abismo y ha dejado tocada la demanda para los próximos meses. En este contexto, las ayudas gubernamentales cobran un papel determinante para mantener la actividad de un sector esencial para la economía española y reactivar las compras.

01/11/2020 a las 1:02 h

La crisis sanitaria parece que no va a parar la necesaria transformación energética de un parque automovilístico envejecido. Sin embargo, las actuales circunstancias económicas, marcadas por la crisis económica que ha dejado la pandemia de coronavirus, dificultan las inversiones en la automoción.

Con el fin de intentar paliar esta situación, el Gobierno ha puesto en marcha un plan para el rescate del sector de la automoción, dotado con 3.750 millones de euros de dinero público que también ha levantado una agria reacción en el transporte por alguna línea que deja de lado tangencialmente al sector.

Este plan incluirá reformas legales, de estímulo a investigación, fiscalidad y formación profesionalademás de un paquete solicitado con urgencia para remontar las ventas, con ayudas a la compra de vehículos para incentivar la renovación del envejecido parque, incluidos los de motor de combustión.

Las ayudas por valor de 3.750 millones siguen los pasos del anunciado por el Gobierno francés, que destinará a su industria del automóvil 8.000 millones de euros, y los de la Unión Europea, con su plan de reactivación económica, en el que la industria y la automoción desempeñan un papel esencial.

Plan de impulso a la actividad industrial

En el seno de este plan, las actuaciones de fomento de la movilidad sostenible y conectada se destinan entre otras medidas a apoyar la penetración de los vehículos de cero y bajas emisiones, estimulando la demanda para favorecer el cumplimiento de los objetivos de reducción de gases de efecto invernadero fijados por la Unión Europea y con ellos contribuir a mejorar la calidad del aire y la salud de las personas.

Adicionalmente, se articularán otras medidas que se identifiquen en la mesa de movilidad como las relativas a servicios de movilidad o movilidad conectada, entre otras. Por otra parte, se pretende facilitar la implantación de infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos para garantizar que los puntos de recarga accesibles al público se creen con una cobertura adecuada.

[sumario]“El cambio energético en la automoción transcurre en paralelo al incremento de la conectividad y tiene una gran trascendencia para la transformación digital del transporte, tanto de viajeros, como de mercancías.”[/sumario]

Si bien existen ciertas incertidumbres de la implantación a corto plazo de los vehículos eléctricos en el parque, el Gobierno estima que es necesario desarrollar una red de recarga, especialmente en los grandes corredores de conexión entre ciudades, que permita realizar trayectos largos. Estas acciones se instrumentarán a través de los actuales planes de movilidad sostenible, MOVES y MOVEA, y a través de nuevos planes de achatarramiento de vehículos y estímulo de la demanda de vehículos de cero y bajas emisiones.

Así mismo, también se definirán nuevas actuaciones de fomento de la movilidad sostenible y conectada para adaptar nuestro parque de automóviles a los cambios que se produzcan en el horizonte definido en el plan. Estas actuaciones contarán con un presupuesto estimado de 127 millones de eurospara su ejecución durante los años 2019 y 2020 y hasta un total de 1.127 millones de euros para el periodo 2019-2025.

Plan Renove en marcha

Por otra parte, el Gobierno ha puesto en marcha también en plena pandemia el programa Renove 2020 para renovación de vehículos. Este instrumento regula el procedimiento para la concesión directa de ayudas, en forma de subvenciones, de las que podrán ser beneficiarios los profesionales autónomos y determinadas empresas privadas.

Las bases incluyen la tipología de vehículos subvencionables, la distribución del presupuesto por tipos, el importe de las ayudas, la formalización de las solicitudes y la documentación a presentar. La financiación de las subvenciones se realizará con cargo al presupuesto del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo por importe total de 250 millones de euros.

Estas ayudas se destinarán para incentivar la sustitución de vehículos contaminantes en circulación por vehículos nuevos de menores emisiones y de todas las tecnologías disponibles actualmente, incluyendo vehículos eléctricos, híbridos, de hidrógeno, de combustión, GLP y gas natural. Las ayudas se concederán de forma directa y pueden ir desde los 300 hasta los 4.000 euros según el tipo de vehículo y del beneficiario, que podrán contar con 500 euros adicionales para el caso de achatarramiento de un vehículo de más de veinte años.

Las flotas españolas de vehículos comerciales e industriales se encuentran entre las más viejas de Europa.

Por otra parte, se admitirán adquisiciones realizadas desde el 16 de junio de 2020, y el programa finalizará el 31 de diciembre de 2020 o hasta que se agote el crédito habilitado a tal efecto. Se estima un impacto económico para España de 1.104 M€ a lo largo de toda la cadena de valor y de los servicios asociados, y el mantenimiento de 7.400 empleos en el sector. Estas ayudas han tenido en cuenta la demanda del sector del transporte y de los fabricantes de no ser exclusivas para la adquisición de vehículos eléctricos.

La demanda del sector automovilístico, y la realidad de una oferta en vehículos eléctricos que no da respuesta a las necesidades de los usuarios, ha propiciado que también se puedan beneficiar de esas subvenciones las compras de vehículos de motores de combustión interna, ya sean de gasolina o de diésel, a pesar de las reticencias que esa posibilidad despertaba en el Ministerio para la Transición Ecológica.

Se trata en definitiva de intentar atajar en la contaminación provocada por un parque automovilístico, como el español, que es uno de los más envejecidos del continente y también de los más contaminantes. Esta medida facilitará, sin duda, la renovación con modelos menos contaminantes, incluyendo los de motores de combustión interna, que tenderán hacia la hibridación, especialmente en vehículos ligeros, mientras que los pesados seguirán viendo crecer el uso del gas como una de las principales tecnologías de propulsión para estas unidades.

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