Aunque Scania ha dejado clara su apuesta por la electrificación, continúa explorando todas las opciones para impulsar un transporte eficiente y sostenible, como demuestra una reciente investigación que ha desarrollado en el marco de su programa Pilot Partner, creado en 2021. Esta iniciativa, que lleva a cabo con una clientela seleccionada, busca evaluar la tecnología de electrificación y otras soluciones en condiciones reales para analizar su contribución a un transporte libre de combustibles fósiles.
Así, a principios de mes, el fabricante ha dado a conocer en la ciudad de Berna su colaboración con Asko Norge para probar camiones con pila de combustible de hidrógeno en operaciones reales, con el fin de evaluar su rendimiento técnico, viabilidad operativa y potencial comercial.
Aunque estos vehículos aún no están disponibles para pedidos, se pretende comprobar qué es lo que funciona mejor en la práctica y cómo se comportan diferentes portadores de energía y sistemas de propulsión. El objetivo es identificar las fortalezas y debilidades reales que presentan otras tecnologías y combustibles, pero las pruebas no modificarán la estrategia de la marca para la descarbonización del transporte, que actualmente se centra en la electrificación directa.
Combinando la tecnología eléctrica consolidada de Scania con sistemas de hidrógeno, Scania y Asko han comprobado que los camiones pueden alcanzar autonomías de hasta 1.000 kilómetros por repostaje, emitiendo únicamente vapor de agua. Además, han podido obtener información valiosa sobre el rendimiento práctico de las distintas tecnologías, apoyando a los clientes en su propia transición hacia un transporte sostenible.
