Desde hace unos años, los estafadores utilizan las comunicaciones que tienen que ver con paquetes no entregados para sus campañas fraudulentas, que suelen propagarse por e-mail o SMS, especialmente en periodos como las semanas previas a Navidad o las rebajas, cuando los usuarios hacen muchas compras 'on-line'.
Así, desde ESET han observado recientemente una nueva campaña que utiliza este gancho. En esta ocasión, no se menciona directamente a ninguna empresa de logística, pero aparece un logotipo que podría relacionarse con GLS, si bien en las webs donde se informa de los pasos para recibir el paquete, a pie de página se indica que no existe ninguna vinculación con la empresa.
En concreto, en el correo se informa de la entrega suspendida de un paquete, sin especificar la empresa que lo envía o su contenido, y añadiendo una foto genérica y un código de seguimiento falso. Igualmente, el remitente no parece estar asociado a ninguna empresa de transporte. Esto ya indica que se trata de un intento de engaño, pero algunos usuarios que están esperando recibir un paquete, no reparan en estas señales.
Tras una serie de preguntas sobre las preferencias de envío, se solicita la información relacionada con la tarjeta de crédito para, supuestamente, volver a proceder a la entrega. Por tanto, todo apunta a que la finalidad de la campaña es la de robar los datos de las tarjetas de crédito de aquellos usuarios que los proporcionen.
Una vez que esos datos se encuentran en poder de los ciberdelincuentes, pueden ser usados para adquirir bienes y servicios a cargo de la cuenta bancaria o línea de crédito de la víctima. En esta ocasión y, revisando los dominios usados para la campaña, ESET explica que los datos se usan para suscribir a los usuarios a un servicio de streaming de películas y series por un coste de 57,95 euros al mes.
