Los cambios introducidos el año pasado de 2022 en el marco legal del transporte de mercancías por carretera han marcado un antes y un después las relaciones entre cargadores y transportistas.
Tal y como ha podido constatarse en el último Foro Aecoc de Transporte celebrado en Madrid este 23 de marzo, las modificaciones legislativas han cambiado radicalmente diferentes aspectos como la realización de las labores de carga y descarga, la actualización de los precios en función de la variación del precio del gasóleo o la formalización por escrito de los contratos de transporte.
Por un lado, los cargadores ponen el acento en el poco plazo que han tenido para hacer frente a un cambio de gran envergadura como ha sido la prohibición de la carga y descarga para los conductores profesionales.
Nuevas reglas de juego
Al mismo tiempo se aboga, como apunta el director general de Aecoc José María Bonmatí, por mirar hacia delante una vez que se ha establecido unas nuevas reglas del juego con el fin de reducir las esperas en zonas de carga y descarga que, a su juicio, son siempre improductivas, así como para modificar los pesos y dimensiones de los vehículos industriales para buscar mayor eficiencia en el transporte y aportar soluciones ante la escasez de conductores.
Por otra parte, los transportistasinciden, tal y como señala Carmelo González, presidente del Comité Nacional del Transporte, en buscar un mayor grado de colaboraciónen un contexto de retroceso de la demanda y de bajada de precios. En este mismo sentido, González asegura que los cambios en la normativa de pesos y dimensiones llegará porque responde a un compromiso del sector, aunque hay que buscar un entendimiento entre las diferentes sensibilidades existentes dentro del Comité.
A su vez, el Ministerio deTransportes, Movilidad y Agenda Urbana pone en valor los logros obtenidos y llama, como explica María José Rallo, secretaria de Transportes y Movilidad, a ser moderadamente optimistas de cara a los próximos meses.
Cuatro retos principales
Rallo pide a cargadores y transportistas que impulsen la colaboración para hacer frente a cuatro retos principales, como son la sostenibilidad, la digitalización, las condiciones sociales del transporte y el cambio en la normativa de pesos y dimensiones.
En general, los tres actores son conscientes de que a los cambios ya en vigor deben unirse otros que aún están pendientes, que generan fricciones y para los que deberá tenerse en cuenta un necesario equilibrio para mantener la competitividad del sector en el marco europeo e intentar retener talento y dar el valor que verdaderamente tiene a un sector que es imprescindible para la economía española.
