Cotraport pide solucionar las colas en el puerto de Barcelona antes de implantar franjas horarias para carga y descarga

La situación actual está generando pérdidas millonarias para los profesionales del transporte, la parte más débil de la cadena, que según la cooperativa deberían asumir de algún modo las terminales.

03/05/2018 a las 22:11 h

colas-puerto barcelona-contenedores-camiones La cooperativa denuncia que los transportistas deben hacerse responsables de contenedores de los que desconocen su contenido y estado.

La cooperativa de servicios de transporte Cotraport ha trasladado a la Mesa del Transporte su preocupación por la entrada en vigor en el mes de junio de las franjas horarias para establecer los flujos de carga y descarga en el puerto de Barcelona.

En el encuentro han estado presentes los responsables de la Generalitat de Cataluña y la Cámara de Comercio, así como agentes de aduanas, transitarios, terminalistas, consignatarios, policía portuaria y operadores de transporte, que han debatido sobre el futuro inmediato del transporte y los accesos al recinto portuario.

Así, se ha señalado la dificultad de introducir estas franjas horarias mientras no se hayan resuelto los problemas derivados de la conectividad de las terminales, que generan colas de varias horas que impiden el normal flujo de circulación.

Esto supone pérdidas millonarias para los profesionales del transporte, la parte más débil de la cadena, que según la cooperativa deberían asumir de algún modo las terminales para posteriormente repercutir dicha cantidad sobre quien corresponda.

Otros retos que enfrenta el transporte portuario

En esta línea, la cooperativa ha denunciado que los transportistas deban hacerse responsables de contenedores de los que desconocen su contenido y estado, dado que no está permitida la revisión de los mismos en la instalación portuaria.

También ha reclamado una reunión con la Guardia Urbana para abordar la prohibición de circulación sobre la ronda Litoral y ha exigido a las partes implicadas un documento que permita la circulación a los vehículos, ya que el veto supone tener que recorrer una distancia mayor desde el puerto, con el consecuente aumento de las emisiones y de los costes.

En cuanto a la gestión de los impagos en el sector, han reclamado la búsqueda de alternativas a la figura jurídica de la acción directa, que se muestra ineficaz a la hora de evitar la picaresca, ya que el lento proceso de ejecución de la acción directa, permite que los deudores sigan realizando operaciones hasta que existe una sentencia firme.

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