Tras un lustro de fuertes incrementos, el e-commerce se ha consolidado a lo largo de 2017 y el primer semestre de 2018 como un canal con un extraordinario desarrollo y, sobre todo, un espléndido presente.
Así mismo, según las previsiones para el corto plazo, parece que el comercio electrónico ha afrontado en 2018 un ejercicio de tránsito hacia la madurez, con un crecimiento que tiende a ser más orgánico y menos explosivo que el registrado en los últimos años, que lo colocará de cara al pico máximo de actividad de noviembre y diciembre en el entorno de los 2,2 millones de envíos diarios, a tenor de las cifras que maneja la patronal UNO.
Según los datos que maneja la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, un 43% de los internautas españoles han realizado compras a través del canal on-line en la segunda mitad del año pasado, lo que implica un crecimiento en el último año de un 9,3%.
[sumario]Para los usuarios de comercio electrónico en España, la entrega domiciliaria se configura como la manera más rápida y eficaz para recibir los pedidos on-line realizados.[/sumario]
De igual modo, entre los usuarios de los servicios de comercio electrónico del país prima la opción de la entrega domiciliaria, ya que, como indican los datos de la CNMC, un 87% de los compradores recibieron sus pedidos en sus propios domicilios y, principalmente, a través de Correos o de Correos Express, que, como refieren los datos oficiales, ha canalizado un 44% de estos envíos.
Justo por detrás, MRW ha movido un 14,7% de los paquetes de e-commerce del país en el segundo semestre de 2017, mientras que Seur sumaba otro 14,6% y DHL alcanzaba un 4,8%.
Pese a que un reciente estudio de la E-commerce Foundation sobre el comercio electrónico en España indicaba que los usuarios del canal on-line en España ponían el precio de los envíos por encima de los plazos de entrega, los datos de la CNMC no ven tan clara esta preferencia, ya que mientras que un 47,7% se decanta por el coste del envío, a solo tres décimas porcentuales se coloca el interés por el plazo de entrega, con un 47,4%, mientras que en tercera posición se coloca el horario de entrega de los envíos de e-commerce, con un 25,7%.
Un negocio de 28.000 millones
Así mismo, según los registros de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, el sector del comercio electrónico tuvo en 2016 una cifra de negocio de 24.185 millones de euros, un 20,8% más que en 2015.
De igual modo, en 2017 también ha ido aumentado sus registros, trimestre tras trimestre con fuerza y, a la vista de las previsiones que manejan algunas instituciones internacionales, el sector también podría arrojar un importante crecimiento este ejercicio, aunque con tasas inferiores a las registradas en los tres últimos años.
Como apuntan bastantes analistas, esto indica a las claras que el sector vive un proceso de consolidación y madurez, aunque con margen para ir creciendo, sobre todo, en todo lo que tiene que ver con su expansión territorial fuera de los principales núcleos de población y hacia zonas rurales.
De hecho, en los tres primeros trimestres de 2017, la CNMC estima que el comercio electrónico ha facturado cerca de 22.000 millones de euros, lo que coloca esta cifra casi a la altura del anterior registro histórico de todo el 2017 citado anteriormente de 24.185 millones de euros.
Otro ámbito en el que también se prevé que crecerá el comercio electrónico en los próximos meses es en el relativo a los envíos internacionales o transfronterizos de paquetería, un segmento que la Unión Europea ha querido regular para facilitar la libre circulación de mercancías dentro del espacio económico europeo.
En este sentido, según un estudio elaborado por DHL, este tipo de envíos ha crecido un 6% en 2017, gracias, sobre todo, a que un 70% de los usuarios de e-commerce de todo el mundo realiza alguna vez compras a través de páginas internacionales que sirven sus pedidos desde diferentes destinos.
Por lo que respecta al mercado español de comercio electrónico, la Ecommerce Foundation estima que el mercado español crecerá un 17% en 2018, para situarse en el entorno de los 28.000 millones de euros, ya que los compradores a través del canal on-line supondrán este mismo año un 62% de la población española.
De igual modo, los últimos registros dados a conocer por Competencia, reflejan que el sector del comercio electrónico ha facturado entre enero y marzo de 2018 un total de 8.974 millones de euros, lo que implica un crecimiento con respecto al primer trimestre del año pasado de un 32,8%.
La alimentación toma posiciones
Otro de los ámbitos que tiene que tomar el relevo al frente del comercio electrónico son los servicios de envíos de productos de alimentación, un segmento que va ganando un espacio poco a poco y que, merced a la entrada de algunos de los principales actores del sector en el terreno físico, parece que se irá colocando al nivel que ya tiene en otros países de nuestro entorno.
[sumario]Las implantaciones cerca del cliente son la principal ventaja que ofrece la gran distribución en momentos en que los modelos de establecimiento evolucionan para ser almacenes de proximidad.[/sumario]
De este modo, estos dos factores, el de la ampliación de la cobertura geográfica de los servicios de e-commerce, por un lado, y de la incorporación de nuevos productos a la cesta de bienes que se compran habitualmente a través de los canales on-line, por otro, harán que la logística del e-commerce siga ganando terreno.
A pesar de este crecimiento de un segmento, que ya se ha convertido en uno de los principales motores del transporte y la logística no solo en España, sino que en todos los países desarrollados, persisten toda una serie de amenazas como la presión sobre el precio o las condiciones de las entregas domiciliarias.
Se trata de un mercado dominado por los volúmenes, así como la propia sostenibilidad medioambiental del actual sistema de distribución de última milla, algo que últimamente está en cuestión ante la progresión de normativas cada vez más estrictas.
