El pasado 2022 ha sido un año de gran complejidad para el transporte marítimo de vehículos terminados.
Según el informe de valoración de la logística marítimo-portuaria dado a conocer esta misma semana por Anfac, los puertos europeos han vivido situaciones de colapso en algunos momentos del pasado ejercicio que han amenazado los tráficos de vehículos, tanto para la importación, como para la exportación.
Todo este panorama ha desestabilizado las cadenas de suministro en la industria automovilística y ha afectado a la valoración que hacen los fabricantes de este modo de transporte.
De manera particular, la patronal automovilística española calcula que el año pasado se ha registrado un aumento de los desplazamientos de vehículos a través del transporte marítimos, con un incremento del 9,2% y un volumen de 2,2 millones de vehículos.
Esta leve mejoría está asociada a la producción de vehículos en 2022 ha favorecido los flujos de exportación y le ha permitido a este modo alcanzar una cuota del 48,4%, 2,9 puntos porcentuales más que en 2021, para colocarse como el más utilizado por la industria de automoción española.
Baja la valoración de los puertos españoles
En general, la valoración media de los puertos españoles baja una décima con respecto a 2021, con una puntuación global de 3,9 sobre cinco y que refleja las dificultades sufridas por este modo de transporte a lo largo de 2022.
Específicamente, para Anfac, en la edición de 2022, el puerto de Santanderes el que lidera el ranking de valoración de la industria con una puntuación de 4,4 sobre cinco, seguido por los de Tarragona y Sagunto, que comparten la segunda posición con una puntuación de 4,2.
Precisamente los puertos de Santander y Sagunto, junto con el de Málaga, son los únicos tres que mejoran su puntuación con respecto a 2021.
Con más detalle, de los indicadores analizados, los aspectos mejor valorados por las marcas son los relacionados con los trámites aduaneros con un 4,5 sobre cinco, seguidos por la agilidad en la asignación de zonas de depósito, la carga y descarga de camiones, la gestión en las zonas de depósito y la existencia de incidencias sobre los vehículos ajenas a la manipulación de los mismos, todos ellos con una puntuación de 4,2 sobre cinco.
Por último, los fabricantes han destacado algunos aspectos positivos en este modo, como el impulso de mejoras en la gestión de los accesos ferroviarios a los puertos, la mejora en el grado de flexibilidad del servicio, la adaptación a las necesidades de los fabricantes o la minimización de incidencias en la manipulación de los vehículos a través de la formación y la concienciación.
