Hamburg Süd debe abandonar cinco consorcios para ser adquirida por Maersk Line.
La Comisión Europea ha aceptado la compra de Hamburg Süd por parte de Maersk Line, que el primer operador y la novena naviera de contenedores del mundo acordaron a finales de 2016, pero somete el acuerdo a una serie de condiciones.
Bruselas exige la salida de la naviera alemana de cinco consorcios, al entender que la presencia de Maersk Line en los mismos influiría directamente en la competencia. En concreto, la naviera resultante de la fusión podría influir en parámetros clave, como la capacidad del mercado, en cinco rutas cubiertas actualmente por Hamburg Süd junto a otros socios comerciales.
Los consorcios que la naviera alemana debe abandonar son el 'Eurosal 1/SAWC', que opera servicios entre el Norte de Europa y Centroamérica/Caribe; el 'Eurosal 2/SAWC', con servicios entre el Norte de Europa y la costa oeste de Sudamérica; el 'EPIC 2', entre el Norte de Europa y Oriente Medio; el 'CCWM/MEDANDES', entre el Mediterráneo y la costa oeste de Sudamérica; y el 'MESA', entre el Mediterráneo y la costa este de Sudamérica.
El organismo internacional permitirá que Hamburg Süd siga operando durante un periodo concreto para garantizar una salida ordenada, si bien un administrador supervisará que no se comparta ninguna información anticompetitiva entre los cinco consorcios y la nueva naviera durante ese plazo.
Por otro lado, la Comisión Europea también considera que la transacción creará vínculos entre ambos operadores en servicios SSS y 'tramp', así como en operaciones en terminales, servicios de remolque, la fabricación de contenedores, la expedición de mercancías y los servicios de transporte en las que operan otras empresas del Grupo Maersk.
Sin embargo, el organismo no encuentra problemas a la competencia en estos ámbitos, debido a la variedad de proveedores de servicios que están activos en estos mercados.