La electrificación del transporte consiste en realidad en dos procesos que están estrechamente relacionados. Por un lado, la oferta de vehículos eléctricos, cada vez más abundante y diversa, con prestaciones más eficientes y una autonomía que se acerca a lo deseable.
Por otro lado, la oferta de vehículos eléctricos no es nada si no existe una red de puntos de carga bien dimensionada, con un alto grado de capilaridad, así como en condiciones de mantenimiento y con capacidad suficiente para abastecer a una flota creciente.
Anfac ha puesto de relieve en la presentación de la actualización del Mapa de Infraestructuras de Recarga en España realizada esta semana en Madrid que la red eléctrica de carga para vehículos del país dista mucho de avanzar al ritmo marcado por la Unión Europea y presenta un alto grado de deficiencias que dificulta la electrificación del parque español.
En concreto, la patronal de la industria española de automoción calcula que actualmente existen 20.243 puntos de recargade accceso público en el país y que, además, hay otros 6.475 puntos instalados que no están en funcionamiento.
Así mismo, según Anfac, solo un 21% de esta redestá preparada para abastecer con una potencia superior a los 22 kW.
En consecuencia, la organización destaca que la infraestructura es deficiente y de baja potencia, algo que achaca principalmente a las trabas administrativas y a los largos plazos que existen para la puesta en marcha definitiva de los puntos de recarga.
De igual modo, Anfac apunta que tampoco existe en España una plataforma oficial que agrupe toda la información disponible sobre los puntos de recarga para facilitar los desplazamientos de los vehículos eléctricos.
La patronal automovilística calcula que debería haber 45.063 puntos de recargarepartidos por todo el país, con el objetivo de llegar a los 300.000 en 2030 y a los 610.000 en 2035.
Por lo que respecta a los vehículos pesados, Anfac estima la necesidad en España en 436 puntos de recarga con potencias de 380 y 800 kW para pesados, con el objetivo claro de que todos ellos tienen que estar preparados para que se produzca la recarga en los tiempos de descanso estipulados legalmente, con el fin de que la electrificación sea competitiva para los transportistas.
