En la actualidad, existe la sensación de que no hay suficientes contenedores 'reefer' disponibles para transitarios y cargadores, al menos para aquellos que prefieren no contratarlos a través de las navieras.
Tras un fuerte descenso de los pedidos de nuevos contenedores en 2016, sumado a la formación de las alianzas y la bancarrota de Hanjin, era cuestión de tiempo que los cargadores comenzasen a notar esta reducción de los espacios de carga.
El problema comenzó en las rutas entre Europa y el Lejano Oriente, aunque no es la ruta principal para este tipo de transporte. En teoría, la situación debería ser buena para las navieras, ya que de este modo pueden incrementar las tasas, pero los cargadores necesitan dar una respuesta regular y más rápida que nunca a los clientes través de sus diferentes canales de venta.
En este sentido, las escalas canceladas comienzan a ser un problema para los clientes tanto de carga seca como refrigerada, mientras los operadores alegan que no tienen suficiente carga para llenar los buques.
El problema podría extenderse pronto a otras rutas en las que se suele transportar mercancía refrigerada y existe un gran temor a que suceda una debacle similar a la de Hanjin.
Navieras frente a los transitarios
Habitualmente, los cargadores más pequeños o los que mueven menos mercancía tienden a utilizar los servicios de los transitarios, al igual que aquellos que necesitan un servicio puerta a puerta. Durante mucho tiempo han visto cómo aumentaban los beneficios de este tipo de empresas y se reducían los suyos, pero la presión actual es una señal de que la situación podría dar la vuelta.
En este sentido, las navieras están dando prioridad a los clientes que quieren tratar directamente con ellos y pagar más por el transporte de su mercancía. Además, al haber realizado una gran inversión para mejorar su equipamiento, no quieren que otros actores del mercado se beneficien de sus esfuerzos.
No obstante, los clientes, especialmente en el Lejano Oriente, se han vuelto más demandantes y requieren mover volúmenes más pequeños de forma más regular, por lo que a veces no tienen más remedio que trabajar con transitarios.
Tanto Maersk como CMA van a incrementar su pool de contenedores refrigerados en 2017, lo que podría mejorar la situación, pero no lo suficiente. Con la creciente complejidad de las cadenas de suministro de productos perecederos y la volatilidad de la demanda, todos los actores del mercado necesitan ser más conscientes de la necesidad de contar con planes de contingencia.