La logística del futuro será más eficiente, más flexible y más rentable

Un estudio de Aecoc sobre la movilidad urbana del futuro anticipa una revolución en la distribución urbana de mercancías debido al cambio en los hábitos de consumo y las nuevas tecnologías, a pesar de que las innovaciones no plantean una evolución clara.

20/03/2019 a las 20:28 h

Podría decirse, parafraseando a un famoso vicepresidente del Gobierno, que en pocos años a la distribución urbana de mercancías no la va a conocer ni la madre que la parió.

El creciente volumen de población urbana, la aparición de nuevos hábitos de consumo y la vertiginosa revolución tecnológica que vivimos confluyen para obrar cambios que afectan tanto a los equipos y aparatos que se usan para la distribución urbana, como a la gestión logística de las entregas en las ciudades, según concluye un estudio presentado por Aecoc esta misma semana, durante la celebración de su 10º Congreso de Distribución Urbana, y que analiza el futuro de la movilidad urbana.

Sin embargo, el proceso no va a ser del todo pacífico, ya que la aceleración que se vive en las innovaciones que aparecen dificulta la necesaria claridad que necesitan las empresas para realizar inversiones a medio y largo plazo, con el fin de obtener un retorno de inversión en tiempos que puedan asumirse.

Así mismo, el trabajo de Aecoc incide en que las necesidades de los consumidores han cambiado drásticamente y ahora se ha convertido en un vector que facilita e impulsa el cambio tecnológico.

Cuatro posibles escenarios

El análisis dibuja cuatro posibles escenarios de evolución de la movilidad en las ciudades de cara a 2050, en función de cómo se desarrollen y se utilicen algunos desarrollos tecnológicos.

Por lo que respecta a la logística y la distribución urbana, el estudio de Aecoc concluye que, dado que el comercio electrónico va a seguir creciendo a tasas del 25% anual hasta 2020, la gestión logística se va a convertir en un elemento clave para la estrategia empresarial, así como en un factor crucial para conseguir costes de transporte competitivos, con tiempos de entrega y la flexibilidad que requieren los consumidores.

De igual modo, también se prevé que la sostenibilidad de la cadena de suministro se va a convertir en una preocupación fundamental, al tiempo que la presión sobre los precios y, en la cruz de la moneda, también sobre la rentabilidad de las entregas domiciliarias exigirá el desarrollo de nuevos modelos de economía colaborativa.

En este sentido, podría fomentarse el desarrollo de microhubs de distribución dentro de las ciudades que podrían servir para llevar los stocks dentro de los principales núcleos de población y abiertos a la colaboración, con el fin de mejorar su rentabilidad.

Así mismo, es previsible que en un futuro a medio plazo se incrementen las alternativas de transporte para el reparto de última milla, con el fin de adaptarse a nuevas opciones de envío, que la digitalización aporte mejoras en la trazabilidad y una mayor transparencia de la cadena de suministro.

De igual modo, Aecoc también prevé que el impacto de nuevas tecnologías servirán para mejorar y automatizar procesos, como, por ejemplo, en el caso de la optimización de rutas, lo que necesariamente se traducirá en una reducción de costes, factor imprescindible para que las innovaciones puedan aplicarse a la actividad empresarial.

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