Mercedes-Benz acaba de presentar la tercera generación de su nueva Sprinter, una furgoneta que añade a las señas de identidad del fabricante alemán un nuevo ecosistema de movilidad, con el que la marca quiere ofrecer nuevos servicios de valor añadido y posicionarse como un proveedor de servicios de movilidad avanzada.
Esta nueva furgoneta ya está disponible para pedidos, con el fin de que las primeras entregas lleguen a los mercados europeos en junio. De igual modo, la Sprinter también contará con una versión eléctrica, la eSprinter, prevista para 2019, tras el lanzamiento de la eVito a lo largo de este ejercicio, y que ha sido diseñada para su uso en la distribución urbana de mercancías.
Ambos modelos son la avanzadilla de Mercedes-Benz en el ambicioso proceso de electrificación de vehículos comerciales que está llevando a cabo la marca germana.
La nueva Sprinter monta un exterior robusto, con una calandra en la que destaca el logo de la marca, con faros delanteros bien integrados en el diseño del frontal, espejos que ofrecen una amplio campo de visión y un puesto de conducción que permite un extraordinario control del perímetro del vehículo.
El puesto de conducción, por su parte, presenta una evolución que facilita el acceso a todos los parámetros de conducción, así como a sus nuevas funciones de conectividad, con un puesto cómodo y ergonómico, que ofrece un entorno de trabajo agradable y, al mismo tiempo, profesional, con la sensación de estar conduciendo un coche.
El salpicadero de la nueva Sprinter supone un paso de gigante para la conectividad.
Nueva versión con tracción delantera
La cadena cinemática de la tercera generación de la gama Sprinter también presenta mejoras con respecto a anteriores modelos en los relacionado con consumos y comportamiento del vehículo, manteniendo la fiabilidad y robustez de sus predecesoras.
La nueva Sprinter de Mercedes incorpora una nueva motorización de 3 litrosque entrega 140 kW y 190 CV. Así mismo, están disponibles otras tres variantes con motor de 2,1 litros que, en el caso de la tracción trasera o a las cuatro ruedas, ofrecen potencias de 84 kW y 114 CV, 105 kW y 143 CV, así como de 120 kW y 163 CV, mientras que para la tracción delantera van desde los 84 kW y 114 CV hasta los 105 kW y 143 CV, así como 130 kW y 177 CV.
Precisamente, la tracción al eje delantero es otra de las novedades que incorpora la nueva Sprinter y que puede aprovechar al máximo todo su potencial con un nuevo convertidor de par automático de nueve relaciones.
La versión de la nueva Sprinter con tracción delantera permite el uso de convertir de par automático de nueve relaciones.
De igual modo, en relación con las cajas de cambio, la tercera generación de la Sprinter también puede equipar una caja automática de siete velocidades y una manual de seis.
Por lo que respecta a la capacidad de carga, la nueva Sprinter presenta un suelo ocho centímetros más próximo al suelo, lo que facilita la operativa de carga y descarga, al tiempo que ayuda a que los conductores puedan acceder con mayor rapidez al habitáculo, un elemento de crucial importancia en servicios como paquetería o distribución urbana, en los que hay muchas subidas y bajadas.
Este piso más bajo se traduce en un aumento de capacidad de carga, que puede alcanzar las 5,5 toneladas y los 17 metros cúbicos, con un aumento de 50 kilos, en el caso de vehículos equipados con tracción delantera.
Conectividad superlativa
Uno de los elementos que más destacan en la nueva Sprinter es su conectividad, que le permite convertir al vehículo en una unidad de negocio susceptible de conectarse con los sistemas informáticos de cualquier empresa y compartir un amplio volumen de datos a través del ecosistema diseñado por Mercedes-Benz.
Este novedoso ecosistema consta de ocho paquetes diferenciados que ofrecen la gestión de la información para gestión de flotas, del vehículo, del conductor y de localización, entre otros aspectos.
La marca alemana tiene el convencimiento, como explica Andrés Orejón, presidente de Mercedes-Benz Vans España, de que el futuro de la industria de automoción pasa por convertirse en proveedores de servicios de movilidad.