La presión inversora y el e-commerce llevan a buscar nuevos polos de desarrollo (1ª parte)

Los operadores logísticos piden producto en nuevas zonas de actividad, con el fin de dar servicio al canal de comercio electrónico que desborda los límites de los principales núcleos urbanos, en busca de nuevos mercados.

27/10/2019 a las 20:42 h

La fuerza expansiva del comercio electrónico y sus crecientes necesidades de actividades logísticas para las entregas de paquetería al cliente final llevan a los operadores logísticos a contar con instalaciones fuera de los tradicionales focos para el sector que se tradicionalmente se han localizado en Barcelona, Valencia y el centro peninsular.

En este sentido parece que convergen en el tiempo dos tendencias que llevan a dirigir la mirada hacia otras zonas geográficas, siguiendo a un canal voraz, que parece no tener límites y que una vez que ha ocupado las ciudades parece querer llegar también a destinos remotos.

La primera de ellas es el potente crecimiento del comercio electrónico, que tiende a aumentar su cobertura territorial con el fin de seguir ganando clientes en nuevas áreas geográficas, y la segunda se centra en los altos volúmenes de inversión existentes en el mercado inmologístico español, que lleva a diversificar con el fin de ganar presencia en otras plazas que no están saturadas o en las que existe una abundante oferta.

Polos que no son “nuevos” en sentido estricto, porque siempre han estado ahí, aunque el fuerte desarrollo focalizado en los últimos años entre Madrid, Barcelona y Valencia.

Presión inversora

Promotores e inversores vienen notando, desde hace dos o tres años, un interés creciente por el desarrollo de inmuebles para actividades logísticas en otras ciudades, como Bilbao, Málaga, Sevilla o Mallorca, algo que podría dar a entender que la presión inversora es tan elevada que se están abriendo nuevos mercados, pero siempre adaptando las operaciones a las realidades de cada zona y de acuerdo, como no podía ser de otra manera, con las necesidades de cada cliente.

[sumario] Algunos analistas opinan que el comercio electrónico está obligando a redimensionar algunos mercados tras haber consolidado su presencia en los principales núcleos de población. [/sumario]

Algunos analistas del mercado también opinan que es el comercio electrónico el que está obligando a redimensionar algunos mercados y, tras haber consolidado su presencia en los principales núcleos de población, ahora le toca el turno a otras ubicaciones con menor tamaño, aunque en la justa medida para evitar sobredimensionamientos excesivos con los que podría incurrirse en sobrecostes difícilmente amortizables en los plazos que se manejan.

Sin embargo, parece que esta tendencia puede leerse en la estela lo que ya ha ocurrido en otros países europeos en los que el e-commerce ha tenido más recorrido y se ha convertido en un sector maduro, de tal modo que la fuerza expansiva del comercio electrónico constituye un motivo suficiente para pensar que las principales ciudades españolas tendrán desarrollos adaptados a las necesidades que marque la operativa logística para cada caso, toda vez que existen polos muy atractivos para los inversores.

Además, precisamente en este mismo, sentido, con esta multitud de focos de atención, los inversores cuentan con una forma de diversificar sus carteras.

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