A medida que muchos cargadores concluyen sus negociaciones para los nuevos contratos anuales en el mercado transpacífico que entrarán en vigor a partir del 1 de mayo, se hace evidente que las tarifas de este año en el transpacífico y entre Asia y Europa permitirán a exportadores e importadores una reducción en los costes de transporte de entre el 55% y el 85% respecto a 2022.
Se trata de la mayor reducción interanual en los costes de los últimos siete años, explican desde Drewry, lo que implica que tanto este año como el próximo, los responsables logísticos podrán hacer una gran contribución a los resultados de su empresa mediante la reducción de costes, a pesar de que las condiciones comerciales sean difíciles.
La consultora ya anticipó que las tarifas de los contratos este año caerían al menos un 50% anual, y que los cargadores podrían obtener mejores términos y condiciones en aspectos como los términos de pago o los daños y perjuicios.
En retrospectiva, deberían haber dicho "al menos el 60%", aseguran desde Drewry, pues algunos de sus clientes han ahorrado entre 10 y 200 millones de dólares en los costes del transporte marítimo.
En este sentido, la intensa competencia entre las navieras y los agentes NVOCC este año ha llevado a reducciones superiores al 50% en algunos casos, y los cargadores se han asegurado mejores términos y condiciones.
Tarifas objetivo agresivas
Los propietarios beneficiarios de la carga o BCO han establecido en esta última temporada tarifas objetivo agresivas, algunas tan bajas como 1.200 dólares/FEU desde Asia hasta la costa oeste de EEUU, si bien no parece que las navieras hayan aceptado precios tan bajos.
En cualquier caso, además de garantizarse tarifas mucho más bajas, los cargadores están recibiendo un mejor servicio este año, pues los tiempos de tránsito son dos veces más rápidos que hace un año y la congestión portuaria en los principales puertos se ha reducido en un 50% en Norteamérica y un 60% en Europa.
De cara al futuro, Drewry cree que es cada vez más importante que los cargadores comprendan el umbral de rentabilidad de los operadores marítimos, con el fin de establecer tarifas objetivo realistas y anticipar si los niveles fijados darán como resultado que algunos tengan que cancelar servicios.